6 de abril de 2015

Pascua: Ha resucitado y vive en la Eucaristía


«La piedad que impulsa a los fieles a adorar a la santa Eucaristía los lleva a participar más plenamente en el Misterio pascual y a responder con agradecimiento al don de aquel que, por medio de su humanidad, infunde continuamente la vida en los miembros de su Cuerpo. Permaneciendo ante Cristo, el Señor, disfrutan de su trato íntimo, le abren su corazón por sí mismos y por todos los suyos, y ruegan por la paz y la salvación del mundo.

Ofreciendo con Cristo toda su vida al Padre en el Espíritu Santo, sacan de este trato admirable un aumento de su fe, su esperanza y su caridad. Así fomentan las disposiciones debidas que les permiten celebrar con la devoción conveniente el Memorial del Señor y recibir frecuentemente el pan que nos ha dado el Padre» (Ritual 80).



La piedad eucarística ha de marcar y configurar todas las dimensiones de la vida espiritual cristiana: la predicación, la catequesis, la consagración en la vida religiosa, la vida conyugal, las misiones, el servicio de la beneficencia caritativa… Todo debe fluir de la Eucaristía y conducir a ella.

Por medio de la Eucaristía la vida del Resucitado llega a nosotros y nos permite vivir como resucitados por Él, con Él y en Él.


No hay comentarios: