15 de enero de 2010
Los santos y su devoción a la Eucaristía
San Basilio nos recuerda, además, que para mantener vivo en nosotros el amor a Dios y a los hombres, es necesaria la Eucaristía, alimento adecuado para los bautizados, capaz de robustecer las nuevas energías derivadas del Bautismo (cf. De Baptismo 1, 3: SC 357, 192). Es motivo de inmensa alegría poder participar en la Eucaristía (Moralia 21, 3: PG 31, 741a), instituida "para conservar incesantemente el recuerdo de Aquel que murió y resucitó por nosotros" (Moralia 80, 22: PG 31, 869b).
La Eucaristía, don inmenso de Dios, protege en cada uno de nosotros el recuerdo del sello bautismal y permite vivir en plenitud y con fidelidad la gracia del Bautismo. Por eso, el santo obispo recomienda la Comunión frecuente, incluso diaria: "Comulgar también cada día recibiendo el santo cuerpo y la sangre de Cristo es algo bueno y útil, dado que él mismo dice claramente: "Quien come mi cuerpo y bebe mi sangre tiene vida eterna" (Jn 6, 54). Por tanto, ¿quién dudará de que comulgar continuamente la vida es vivir en plenitud?" (Ep. 93: PG 32, 484b). En otras palabras, la Eucaristía nos es necesaria para acoger en nosotros la verdadera vida, la vida eterna (cf. Moralia 21, 1: PG 31, 737c).
La Eucaristía es la plenitud del Bautismo, ya que sólo ella permite vivirlo con fidelidad y continuamente lo actualiza como potencia de gracia.
2 de enero: San Gregorio Nacianceno
El sacerdote “es el defensor de la verdad,... hace subir sobre el altar de lo alto las víctimas de los sacrificios, comparte el sacerdocio de Cristo, restaura la criatura, restablece en ella la imagen de Dios, la recrea para el mundo de lo alto, y, para decir lo más grande que hay en él, es (hombre) divinizado y diviniza”.
3 de enero: Santa Francisca Cabrini
Santa Frances Xavier Cabrini nació en Italia pero fue la primera ciudadana americana que alcanzó la santidad. Fundó una orden misionera en honor del Sagrado Corazón de Jesús para el cuidado de los pobres en los hospitales y las escuelas. Ella, y su pequeña orden de Hermanas, llegaron a la ciudad de New York en 1889, sin tener siquiera un lugar donde parar. La Madre Cabrini, y sus Hermanas, hacían diariamente varias Horas Santas de Adoración ante el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, a pesar de su exigente horario de trabajo. Ella decía “Oren siempre junto con Jesús, recuerden siempre que un alma unida a Jesús puede hacerlo todo...”
4 de enero: Beata Ángela de Foligno
Ella comprendió que el amor que Cristo crucificado se perpetúa en la Santa Misa. Era pues devotísima a la Eucaristía. Tuvo muchas visiones en el momento de la consagración, o durante la adoración de la sagrada Hostia.
Siete consideraciones dedica a la ponderación de los beneficios que en este sacramento se encierran. El cristiano debe acercarse con frecuencia a este sacramento, seguro de que, si medita en el grande amor que en él se contiene, sentirá inmediatamente transformada su alma en ese mismo divino amor. Exhorta a que nos hagamos, como preparación, las siguientes consideraciones: ¿A quién se acerca? ¿Quién es el que se acerca? ¿En qué condiciones y por qué motivos se acerca?
"Si tan solo pausáramos por un momento para considerar con atención lo que ocurre en este Sacramento, estoy seguro que pensar en el amor de Cristo por nosotros transformaría la frialdad de nuestros corazones en un fuego de amor y gratitud."
5 de enero: San Simeón
No comía sino una vez por semana. La mayor parte del día y la noche la pasaba rezando. Unos ratos de pie, otros arrodillado y otros tocando el piso de su columna con la frente. Cuando oraba de pie, hacía reverencias continuamente con la cabeza, en señal de respeto hacia Dios. En un día le contaron más de mil inclinaciones de cabeza. Un sacerdote le llevaba cada día la Sagrada Comunión. Asegura Teodoreto que casi era su único alimento la divina Eucaristía.
7 de enero: San Raimundo de Peñafort
Ni sus viajes, ni los trabajos de las misiones, ni los molestos achaques le estorbaban celebrar cada día el santo sacrificio de la Misa. La celebraba con tanta devoción y ter¬nura, que comúnmente se decía que no había convertido á menos pecadores su modestia en el altar, que su fervor en el púlpito.
10 de enero: Beata María Dolores Rodríguez Sopeña
Dialoga con Jesús a lo largo de toda la jornada, pero reconoce una presencia especial en la forma consagrada. Entre sus prácticas habituales sobresalen: las visitas al Santísimo, la Hora Santa, el Manifiesto diario. Llama al Jueves Santo el día del Instituto, porque ese día es la fiesta del Amor y en él se instituyó la Eucaristía. Ante el sagrario toma las grandes decisiones; ante él cada mañana al levantarse «arregla los asuntos del día», recibe consuelo, fortaleza, inspiración.
11 de enero: Santo Tomás de Cori
Tomás pasaba largas horas ante el Santísimo sin ni siquiera imaginar nadie que por 40 años vivió una gran sequedad es espiritual sufriendo la ausencia de todo consuelo en la oración y en la vida espiritual. Nadie lo vio nunca triste.
La oración animó toda su vida. El aspecto más evidente de su vida espiritual fue sin duda la centralidad de la Eucaristía, testimoniada en la celebración eucarística, intensa y participada, y en la oración silenciosa de adoración en las largas noches de retiro, después del oficio divino celebrado a medianoche. Su vida de oración estuvo marcada por una aridez persistente de espíritu. La ausencia total de una consolación sensible en la oración y en su vida de unión con Dios se prolongaría durante más de cuarenta años, y a pesar de ello nunca perdió la serenidad... encontrándole siempre sereno y radical en la vivencia del primado de Dios. Verdaderamente su oración se configuró como "memoria Dei" realizando concretamente la unidad de vida no obstante las múltiples actividades.
13 de enero: San Hilario, Obispo de Potiers
"El Sacramento del sagrado alimento, de la bebida celestial" (S. Matt. IX, 3) "es también el sacramento que entrega la carne y la sangre de Cristo" (La Trinidad, VIII, I5) "y el sacramento de la divina comunión" (Ps. 68, I7). "¡Han puesto las manos sobre Cristo!" grita a propósito de una profanación de la Sagrada Eucaristía por los herejes (Contra Constancio II). Y enseña ex profeso: "La verdad de la carne y de la sangre de Cristo no permite duda alguna. Por la declaración del Señor mismo, y en virtud de nuestra Fe, es verdaderamente la sangre de Cristo. Y cuando nosotros las recibimos, el efecto producido es que estamos en Cristo, y Cristo está en nosotros" (La Trinidad, VIII, 15-I7). Y luego, "la virtud de ese santo Cuerpo es vivificar a los que lo comen, preparándolos así para la unión con Dios]" (Ps. 64, I4. Ps. I27, I0). Además, la Eucaristía es el sacramento de la unidad entre cristianos: "Si verdaderamente el Verbo se hizo carne, y si nosotros recibimos verdaderamente la carne del Verbo en alimento. . . no venimos a ser sino uno solo entre nosotros, así como no venimos a ser sino uno solo con El y con Dios, puesto que el Padre está en Cristo y Cristo está en nosotros" (La Trinidad, VIII, I3-I5).
15 de enero: San Arnoldo Janssen
En 1896, el P. Arnoldo eligió a algunas de las Hermanas para formar una rama de clausura, las «Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua». Su servicio a la misión sería la de rezar día y noche por la Iglesia y especialmente por las otras dos congregaciones misioneras, manteniendo un servicio ininterrumpido de adoración al Santísimo Sacramento.
24 de enero: San Francisco de Sales
“Entre las prácticas de la religión, la Eucaristía es lo que el Sol entre los astros”.
28 de enero: Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia
"¡Prodigio admirable! Comer al Señor el pobre, siervo y humilde".
“La Eucaristía produce una transformación progresiva en el cristiano. Es el Sol de las familias y de las Comunidades”.
31 de enero: San Juan Bosco
"El objetivo principal es promover veneración al Santísimo Sacramento y devoción a María Auxilio de los Cristianos. Este título parece agradarle mucho a la augusta Reina del Cielo".
Ecclesia de Eucaristía
Introducción
Los Apóstoles que participaron en la Última Cena, ¿comprendieron el sentido de las palabras que salieron de los labios de Cristo? Quizás no. Aquellas palabras se habrían aclarado plenamente sólo al final del Triduum sacrum, es decir, el lapso que va de la tarde del jueves hasta la mañana del domingo. En esos días se enmarca el mysterium paschale; en ellos se inscribe también el mysterium eucharisticum.
Del misterio pascual nace
El acontecimiento pascual y
Estos escenarios tan variados de mis celebraciones eucarísticas me hacen experimentar intensamente su carácter universal y, por así decir, cósmico.¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo,
Misterio de Fe
Cuando