María Inmaculada, tú creíste lo que se te dijo de parte de Dios. Fuiste así anticipo de la fe eucarística de la Iglesia. Tu fe te hizo hacer de puente entre tu Hijo Jesús e Isabel y Juan. Fortalece nuestra fe en la presencia eucarística de Jesús para que sea para cada uno de nosotros refugio e impulso en la vida.
De esta manera, llenos de Cristo, con la fuerza del Espíritu Santo, sabremos llevar a Jesús y acompañar a cada uno de nuestros hermanos en el camino hacia Él.
María, Madre de la Eucaristía, nosotros no podremos entender este gran misterio de amor. Que obtengamos la luz del Espíritu Santo, para que podamos comprender el infinito amor que Jesús presente en la Eucaristía tiene por nosotros.
AMEN
De esta manera, llenos de Cristo, con la fuerza del Espíritu Santo, sabremos llevar a Jesús y acompañar a cada uno de nuestros hermanos en el camino hacia Él.
María, Madre de la Eucaristía, nosotros no podremos entender este gran misterio de amor. Que obtengamos la luz del Espíritu Santo, para que podamos comprender el infinito amor que Jesús presente en la Eucaristía tiene por nosotros.
AMEN
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