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25 de septiembre de 2015

Importancia y requisitos para la comunión frecuente


El 20 de diciembre de 1905, con el decreto «Sacra Tridentina Synodus», el Papa San Pío X manifestó su deseo de que los cristianos comulgasen todos los días, cualquiera fuese su estado.


11 de septiembre de 2015

EL POR QUÉ DEL ABSTENERSE DE LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA


Por el  sentido  de la palabra del Señor deriva la indicación de la iglesia respecto a la imposibilidad de acceder a la Comunión eucarística los esposos que viven establemente una  segunda unión matrimonial.

Pero ¿por qué?

Porque en la Eucaristía hallamos el signo del amor nupcial indisoluble de Cristo por nosotros; un amor, éste, que viene objetivamente contradicho por el “signo quebrantado” de los esposos que han cerrado una experiencia matrimonial y viven un segundo enlace.

24 de agosto de 2015

Comunión espiritual y comunión sacramental: unidad y distinción



Artículo sobre la unidad y distinción entre la comunión espiritual y la comunión sacramental tal y como han sido comprendidas y transmitidas por la Tradición de la Iglesia:

En el marco de la preparación del próximo Sínodo Ordinario sobre la familia, el autor trata en este artículo sobre la unidad y distinción entre la comunión espiritual y la comunión sacramental tal y como han sido comprendidas y transmitidas por la Tradición de la Iglesia. La argumentación, con abundantes citas de la tradición dogmática y espiritual, sirve como reflexión en vista del próximo Sínodo sobre la familia.

25 de enero de 2015

Acerca del tercer domingo durante el año



El oficio de Lectura del tercer domingo durante el año nos hace meditar una enseñanza fundamental del concilio Vaticano II, en su constitución sobre la liturgia, Sacrosanctum Concilium, donde da una enseñanza de suma importancia para la espiritualidad cristiana:

«Cristo está siempre presente a su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro, “ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz” [Trento], sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su virtud en los sacramentos, de modo que cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza [S. Agustín]. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el mismo que prometió: “donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20)».

3 de diciembre de 2014

Normas litúrgicas del Adviento


El tiempo de Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida del Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, el ánimo se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estos dos motivos, el Adviento se presenta como un tiempo de piadosa y alegre esperanza.

23 de octubre de 2014

La Gracia: El regalo de Dios.




EL MISTERIO DE LA GRACIA SE CORONA EN LA COMUNIÓN EUCARÍSTICA, SE HACE PATENTE Y VIVIBLE.

En este encuentro semanal con ustedes, queridos amigos, les ofrezco hoy una pequeña catequesis sobre la Gracia de Dios. 

A ustedes se les puede ocurrir pero porqué hablar de esta cosa extraña, pero no es algo extraño, es lo más común de la vida cristiana, es lo esencial de la vida cristiana. 

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de la gracia de Dios? Por empezar notemos el nombre: gracia. Una gracia es un don gratuito, gratis, es un regalo que Dios nos hace. ¿Y en qué consiste ese regalo? En participar de la vida de Dios. ¡Casi nada! Es participar de la vida misma de Dios.

19 de octubre de 2014

Beato Pablo VI, ruega por nosotros


La Iglesia católica rinde este culto latréutico al sacramento eucarístico, no sólo durante la misa, sino también fuera de su celebración, conservando con la máxima diligencia las hostias consagradas, presentándolas a la solemne veneración de los fieles cristianos, llevándolas en procesión con alegría de la multitud del pueblo cristiano.

De esta veneración tenemos muchos testimonios en los antiguos documentos de la Iglesia. Pues los Pastores de la Iglesia siempre exhortaban solícitamente a los fieles a que conservaran con suma diligencia la Eucaristía que llevaban a su casa. En verdad, el Cuerpo de Cristo debe ser comido y no despreciado por los fieles, amonesta gravemente san Hipólito.

Consta que los fieles creían, y con razón, que pecaban, según recuerda Orígenes, cuando, luego de haber recibido [para llevarlo] el Cuerpo del Señor, aun conservándolo con todo cuidado y veneración, se les caía algún fragmento suyo por negligencia.

Que los mismos Pastores reprobaban fuertemente cualquier defecto de debida reverencia, lo atestigua Novaciano digno de fe en esto, cuando juzga merecedor de reprobación a quien, saliendo de la celebración dominical y llevando aún consigo, como se suele, la Eucaristía..., lleva el Cuerpo Santo del Señor de acá para allá, corriendo a los espectáculos y no a su casa.

18 de octubre de 2014

Pablo VI será declarado Beato


La sagrada Eucaristía es el misterio de la fe
           
Ante todo queremos recordar una verdad, por vosotros bien sabida, pero muy necesaria para eliminar todo veneno de racionalismo; verdad, que muchos católicos han sellado con su propia sangre y que célebres Padres y Doctores de la Iglesia han profesado y enseñado constantemente, esto es, que la Eucaristía es un altísimo misterio, más aún, hablando con propiedad, como dice la sagrada liturgia, el misterio de fe. Efectivamente, sólo en él, como muy sabidamente dice nuestro predecesor León XIII, de feliz memoria, se contienen con singular riqueza y variedad de milagros todas las realidades sobrenaturales.
            
Es necesario que nos acerquemos particularmente a este misterio, con humilde reverencia, no siguiendo razones humanas, que deben callar, sino adhiriéndonos firmemente a la Revelación divina.
            

13 de octubre de 2014

El mundo necesita Paz: necesita la Eucaristía




Tenemos que redescubrir con orgullo el privilegio de poder participar en la Eucaristía, que es el sacramento del mundo renovado. La resurrección de Cristo tuvo lugar el primer día de la semana, que para los judíos era el día de la creación del mundo. Precisamente por este motivo el domingo era considerado por la primitiva comunidad cristiana como el día en el que tuvo inicio el mundo nuevo, el día en el que con la victoria de Cristo sobre la muerte comenzó la nueva creación.

28 de septiembre de 2014

El Papa Francisco habló sobre la Eucaristía


El Santo Padre Francisco ha afirmado que el 51º Congreso Eucarístico Internacional ofrece la oportunidad de experimentar y comprender la Eucaristía como un encuentro que transforma con el Señor, en su palabra y en su sacrificio de amor, para que todos podamos tener vida, y vida en abundancia. Lo ha indicado este sábado, en la audiencia a los participantes de la Asamblea Plenaria del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales.
El Papa ha recordado en su discurso que el próximo Congreso Eucarístico Internacional se celebrará en enero del 2016 en Cebú, Filipinas. A propósito, ha señalado que en esos días "el mundo católico tendrá fijos los ojos del corazón en el sumo misterio de la Eucaristía para dibujar renovado y apostólico celo misionero".

23 de septiembre de 2014

El culto eucarístico


I. Naturaleza del Sacrificio Eucarístico

A) MOTIVO DE TRATAR ESTE TEMA

84. El Misterio de la Santísima Eucaristía, instituida por el Sumo Sacerdote, Jesucristo, y renovada constantemente por sus ministros, por obra de su voluntad, es como el compendio y el centro de la religión cristiana. Tratándose de lo más alto de la Sagrada Liturgia, creemos oportuno, Venerables Hermanos, detenernos un poco y atraer Vuestra atención a este gravísimo argumento.



1 de septiembre de 2014

LAS DISPOSICIONES PARA RECIBIR LA SAGRADA COMUNIÓN


[80.] La Eucaristía sea propuesta a los fieles, también, «como antídoto por el que somos liberados de las culpas cotidianas y preservados de los pecados mortales», como se muestra claramente en diversas partes de la Misa. Por lo que se refiere al acto penitencial, situado al comienzo de la Misa, este tiene la finalidad de disponer a todos para que celebren adecuadamente los sagrados misterios, aunque «carece de la eficacia del sacramento de la Penitencia», y no se puede pensar que sustituye, para el perdón de los pecados graves, lo que corresponde al sacramento de la Penitencia. Los pastores de almas cuiden diligentemente la catequesis, para que la doctrina cristiana sobre esta materia se transmita a los fieles.

26 de agosto de 2014

El ministro extraordinario de la comunión


[154.] Como ya se ha recordado, «sólo el sacerdote válidamente ordenado es ministro capaz de confeccionar el sacramento de la Eucaristía, actuando in persona Christi». De donde el nombre de «ministro de la Eucaristía» sólo se refiere, propiamente, al sacerdote. También, en razón de la sagrada Ordenación, los ministros ordinarios de la sagrada Comunión son el Obispo, el presbítero y el diácono, a los que corresponde, por lo tanto, administrar la sagrada Comunión a los fieles laicos, en la celebración de la santa Misa. De esta forma se manifiesta adecuada y plenamente su tarea ministerial en la Iglesia, y se realiza el signo del sacramento.

[155.] Además de los ministros ordinarios, está el acólito instituido ritualmente, que por la institución es ministro extraordinario de la sagrada Comunión, incluso fuera de la celebración de la Misa. Todavía, si lo aconsejan razones de verdadera necesidad, conforme a las normas del derecho, el Obispo diocesano puede delegar también otro fiel laico como ministro extraordinario, ya sea para ese momento, ya sea para un tiempo determinado, recibida en la manera debida la bendición. Sin embargo, este acto de designación no tiene necesariamente una forma litúrgica, ni de ningún modo, si tiene lugar, puede asemejarse la sagrada Ordenación. Sólo en casos especiales e imprevistos, el sacerdote que preside la celebración eucarística puede dar un permiso ad actum.

24 de agosto de 2014

La celebración correcta de la Santa Misa



1. LA MATERIA DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA

[48.] El pan que se emplea en el santo Sacrificio de la Eucaristía debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se corrompa.Por consiguiente, no puede constituir la materia válida, para la realización del Sacrificio y del Sacramento eucarístico, el pan elaborado con otras sustancias, aunque sean cereales, ni aquel que lleva mezcla de una sustancia diversa del trigo, en tal cantidad que, según la valoración común, no se puede llamar pan de trigo. Es un abuso grave introducir, en la fabricación del pan para la Eucaristía, otras sustancias como frutas, azúcar o miel. Es claro que las hostias deben ser preparadas por personas que no sólo se distingan por su honestidad, sino que además sean expertas en la elaboración y dispongan de los instrumentos adecuados.
[49.] Conviene, en razón del signo, que algunas partes del pan eucarístico que resultan de la fracción del pan, se distribuyan al menos a algunos fieles, en la Comunión. «No obstante, de ningún modo se excluyen las hostias pequeñas, cuando lo requiere el número de los que van a recibir la sagrada Comunión, u otras razones pastorales lo exijan»; más bien, según la costumbre, sean usadas sobretodo formas pequeñas, que no necesitan una fracción ulterior.
[50.] El vino que se utiliza en la celebración del santo Sacrificio eucarístico debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas.En la misma celebración de la Misa se le debe mezclar un poco de agua. Téngase diligente cuidado de que el vino destinado a la Eucaristía se conserve en perfecto estado y no se avinagre. Está totalmente prohibido utilizar un vino del que se tiene duda en cuanto a su carácter genuino o a su procedencia, pues la Iglesia exige certeza sobre las condiciones necesarias para la validez de los sacramentos. No se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género, que no constituyen una materia válida.

18 de agosto de 2014

San Pio X, patrono de los catequistas: sobre la comunión frecuente y de niños


"Quam singulari"


DECRETO DE LA CONGREGACIÓN DE SACRAMENTOS

8 de agosto de 1910


1.      Amor de Jesús a los niños 
Cuán singular amor profesó Jesucristo a los niños, durante su vida mortal, claramente lo manifiestan las páginas del Evangelio. Eran sus delicias estar entre ellos; acostumbraba a imponerles sus manos, los abrazaba, los bendecía. Llevó a mal que sus discípulos los apartasen de El, reconviniéndoles con aquellas graves palabras: Dejad que los niños vengan a Mí, y no se lo vedéis, pues de ellos es el reino de los cielos. En cuánto estimaba su inocencia y el candor de sus almas, lo expresó bien claro cuando, llamando a un niño, dijo a sus discípulos: En verdad os digo, si no os hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Cualquiera, pues, que se humillare como este niños, ése es el mayor en el reino de los cielos. El que recibiere a un niño así en mi nombre, a Mí me recibe.

23 de junio de 2014

El maravilloso magisterio de Benedicto XVI sobre la Eucaristía



Esta tarde quiero meditar con vosotros sobre dos aspectos, relacionados entre sí, del Misterio eucarístico: el culto de la Eucaristía y su sacralidad. Es importante volverlos a tomar en consideración para preservarlos de visiones incompletas del Misterio mismo, como las que se han dado en el pasado reciente.
Ante todo, una reflexión sobre el valor del culto eucarístico, en particular de la adoración del Santísimo Sacramento. Es la experiencia que también esta tarde viviremos nosotros después de la misa, antes de la procesión, durante su desarrollo y al terminar. Una interpretación unilateral del concilio Vaticano II había penalizado esta dimensión, restringiendo en la práctica la Eucaristía al momento celebrativo. En efecto, ha sido muy importante reconocer la centralidad de la celebración, en la que el Señor convoca a su pueblo, lo reúne en torno a la doble mesa de la Palabra y del Pan de vida, lo alimenta y lo une a sí en la ofrenda del Sacrificio. 

22 de junio de 2014

Corpus Christi: solemnidad litúrgica que invita a adorar al Señor



En la Fiesta del Corpus Domini celebramos a Jesús “pan vivo bajado del cielo” (Jn.6,51) alimento para nuestra hambre de vida eterna, fuerza para nuestro camino. Agradezco al Señor que hoy me dona celebrar el Corpus Domini con ustedes, hermanos y hermanas de esta Iglesia que está en Cassano Allo Jonio. La fiesta de hoy es la fiesta en la cual la Iglesia alaba al Señor por el don de la Eucaristía. Mientras el Jueves Santo recordamos su institución en la Última Cena, hoy predomina la acción de gracias y la adoración. Y de hecho, es tradicional en este día la procesión con el Santísimo Sacramento. Adorar a Jesús Eucaristía y caminar con Él.   Estos son los dos aspectos inseparables de la fiesta de hoy, dos aspectos que dan huella a toda la vida del pueblo cristiano: un pueblo que adora a Dios y un pueblo que camina, que no está detenido, camina.

6 de junio de 2014

La Eucaristía: fuerza que transforma el mundo


¿Qué está sucediendo? ¿Cómo Jesús puede repartir su Cuerpo y su Sangre? Haciendo del pan su Cuerpo y del vino su Sangre, anticipa su muerte, la acepta en lo más íntimo y la transforma en una acción de amor. Lo que desde el exterior es violencia brutal ―la crucifixión―, desde el interior se transforma en un acto de un amor que se entrega totalmente. Esta es la transformación sustancial que se realizó en el Cenáculo y que estaba destinada a suscitar un proceso de transformaciones cuyo último fin  es  la  transformación  del mundo hasta que Dios sea todo en todos (cf. 1 Co 15, 28). Desde siempre todos los hombres esperan en su corazón, de algún modo, un cambio, una transformación del mundo.

4 de mayo de 2014

Los discípulos de Emaús

 
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El Evangelio de este domingo, que es el tercer domingo de Pascua, es el de los discípulos de Emaús. Estos eran dos discípulos de Jesús, los cuales, después de su muerte y pasado el sábado, dejan Jerusalén y regresan, tristes y abatidos, hacia su pueblo, llamado precisamente, Emaús. En el trayecto Jesús resucitado se acercó a ellos, pero ellos no lo reconocieron. Viéndolos tan tristes, Él, primero les ayudó a entender que la pasión y la muerte del Mesías estaban previstas en el designio de Dios y preanunciadas en las Sagradas Escrituras; y así reencendió el fuego de esperanza en sus corazones.
 
A ese punto, los dos discípulos advirtieron una extraordinaria atracción hacia aquel hombre misterioso, y lo invitaron a quedarse con ellos esa noche. Jesús aceptó y entró en su casa. Y cuando estando en la mesa bendijo el pan y lo partió, ellos lo reconocieron, pero Él desapareció de su vista, dejándolos llenos de estupor. Después de haber sido iluminados por la Palabra, habían reconocido a Jesús resucitado en el partir del pan, nuevo signo de su presencia. Inmediatamente sintieron la necesidad de regresar a Jerusalén para referir a los otros discípulos su experiencia, que habían encontrado a Jesús vivo y lo habían reconocido en aquel gesto de la fracción del pan.
 
El camino de Emaús se transforma así en símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables para el encuentro con el Señor. También nosotros llegamos a menudo a la Misa dominical con nuestras preocupaciones, nuestras dificultades y desilusiones. La vida a veces nos hiere y nos vamos tristes hacia nuestra “Emaús”, dando la espalda al designio de Dios. Nos alejamos de Dios. Pero nos acoge la Liturgia de la Palabra: Jesús nos explica las Escrituras y reenciende en nuestros corazones el fuego de la fe y de la esperanza y en la comunión nos da fuerza. Palabra de Dios y Eucaristía: leer cada día una parte del Evangelio, recuérdenlo bien, leer cada día una parte del Evangelio y los domingos ir a hacer la comunión, a recibir a Jesús. Así sucedió con los discípulos de Emaús, han recibido la Palabra, han compartido la fracción del pan, y de tristes y derrotados que se sentían, se sintieron alegres. Siempre, queridos hermanos y hermanas, la Palabra de Dios y la Eucaristía nos llenan de alegría. ¡Recuérdenlo bien! ¡Cuando tu estás triste o algo así, toma la Palabra de Dios! ¡Cuando tú estás desanimado, toma la Palabra de Dios y ve a la Misa del domingo a hacer la Comunión, a participar del misterio de Jesús! Palabra de Dios, Eucaristía: nos llenan de alegría.

30 de marzo de 2014

Sacrosanctum Concilium: gratitud y memoria



MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO


Al venerado hermano Cardenal Antonio Cañizares Llovera Prefecto de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos

Han pasado cincuenta años de la promulgación de la constitución Sacrosanctum Concilium, primer documento promulgado por el concilio Vaticano II. Este importante aniversario suscita sentimientos de agradecimiento por la renovación profunda y generalizada de la vida litúrgica, que el magisterio conciliar hizo posible para la gloria de Dios y la edificación de la Iglesia, y al mismo tiempo impulsa a relanzar el compromiso para recibir y aplicar de manera cada vez más plena dicha enseñanza.

La constitución Sacrosanctum Concilium y el ulterior desarrollo del Magisterio nos han permitido comprender más la liturgia a la luz de la revelación divina como «el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo», en el que «el Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro» (Sacrosanctum Concilium, 7). Cristo se revela como el verdadero protagonista de toda celebración, y «asocia siempre consigo a su amadísima Esposa la Iglesia, que invoca a su Señor y por Él tributa culto al Padre eterno» (ib.). Esta acción, que tiene lugar por el poder del Espíritu Santo, posee una profunda fuerza creadora capaz de atraer a sí a todo hombre y, en cierto modo, a toda la creación.