Andrzej Duda,
presidente electo de Polonia, asistió el pasado domingo a la Misa del Corpus
Christi, oficiada por el cardenal Kazimierz Nycz, arzobispo de Varsovia.
Después de la consagración el viento hizo que la hostia consagrada volara del
altar y fuera a parar al suelo. En ese momento, el presidente polaco se levantó
raudo, recogió la hostia y se la entregó al cardenal.
El hecho ha causado honda impresión entre los
ciudadanos polacos, especialmente entre los católicos practicantes, porque es
una prueba más de la fe católica del presidente electo.
De todas las
autoridades presentes en los primeros bancos, Duda fue el único en reaccionar
ante lo ocurrido. Sus guardaespaldas, que en un principio no entendían lo que
ocurría, se acercaron a ver lo que hacía el presidente.
Tras recoger la hostia
del suelo, la tapó con las manos y se la entregó al cardenal Nycz. Según
informa Pch24, Polonia Christiana «es cierto que habría sido mejor si el
Santísimo Sacramento hubiera sido recogido por un sacerdote en el cumplimiento
de todos los procedimientos que se establecen en estos casos. Sin embargo, dado
el fuerte viento, que podría haber llevado la hostia más lejos, el
comportamiento del presidente electo debe interpretarse como una expresión de
fe piadosa en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento».
A sus 42 años de edad,
Andrzej Duda acaba de ganar las elecciones en Polonia defendiendo una política
de fomento de la familia y la natalidad mediante medidas sociales, pero también
con la lucha contra los anticonceptivos y una amalgama de leyes contra el
aborto y la fecundación in vitro.
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