Y EL VERBO SE
HIZO HOMBRE
1 - Jesús, te
adoro porque te hiciste hombre.
Jesús, te amo,
porque amaste al mundo y viniste entre nosotros.
Jesús, creo en
Ti, porque te privaste de la gloria celestial para estar con nosotros.
2 - Jesús,
bendito sea el instante cuando desde la eternidad, en tu eterno amor, decidiste
hacerte hombre, cuando decidiste dejar la gloria como unigénito, gloria que tenías
con tu Padre y decidiste ser semejante a nosotros, en todo, excepto en el pecado.
Bendito seas, porque nos amaste desde la eternidad con un amor inconmensurable.
Bendito y
glorificado seas, Jesús, cuando dejaste la luz eterna y decidiste entrar en la oscuridad
de este mundo y ser la luz del mundo, la que nos lleva a la vida eterna.
Haz que mi corazón cante a la sabiduría eterna, por la cual trajiste la irrevocable
decisión de aniquilar la locura del mundo.
- Jesús, te
alabo y glorifico por tu decisión de convertirte en hombre. (Esta invocación la
repito interiormente)
3 - Haz que sean
bendecidas todas las palabras proféticas por las cuales fue anunciada tu
venida. Con tu venida comenzó el tiempo nuevo: mejor y bello. Así, el profeta
Isaías, mirando tu venida recita :“Que el desierto y el sequedal se alegren, regocíjese
la estepa y la florezca como flor; estalle en flor y se regocije hasta lanzar gritos
de júbilo. La gloria del Líbano le ha sido dada, el esplendor del Carmelo y del
Sarón. Se verá la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios. Fortaleced
las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes. Decid a los de corazón
intranquilo:
¡Animo, no
temáis! Mirad que vuestro Dios viene vengador; es la recompensa de Dios, él
vendrá y os salvará. Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, y las
orejas de los sordos se abrirán. Entonces saltará el cojo como ciervo, y la
lengua del mudo lanzará gritos de júbilo. Pues serán alumbradas en el desierto
aguas, y torrentes en la estepa, se trocará la tierra abrasada en estanque, y
el país árido en manantial de aguas”. (Isaías 35,1-7)
-Jesús, me
alegra el anuncio de tu venida, porque Tú vienes a salvar. (Esta invocación la
repito interiormente)
4 - Jesús,
Bendito seas, cuando te decidiste por María, como Madre y cuando anticipadamente
por sus méritos, la preservaste del pecado original y de todo otro pecado. Con
ella te adoro y glorifico, porque el amor triunfó en su vida. María, contigo glorifico
la decisión de Jesús, la cual la anunció el profeta al escribir:
Dijo Isaías:
«Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis
también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que
una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.(Isaías
7,13-14a)
Me alegro,
María, porque Tú eres la virgen elegida, de la cual habló el profeta. Tú eres virgen
y madre. Cuando en tu niñez servías en el templo, como consagrada, orabas y ayunabas,
anhelando al Mesías, al Emanuel, así como tu pueblo. Tú no presentías que eras
la elegida.
- Jesús, Te
glorifico y bendigo con María, porque es la Madre elegida. (Esta invocación la
repito interiormente)
5 - María, haz
que sea bendecido aquel instante en que el ángel Gabriel fue enviado para
anunciarte el mensaje gozoso. Había llegado el tiempo de la venida del Mesías.
Haz que sea bendito el instante en que Tú, María, comprendiste que Tú eras la elegida.
San Lucas nos
dejó escrito
“Y entrando el
ángel le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó
por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le
dijo:
«No temas,
María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y
vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será
llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María
respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le
respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado
Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su
vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra.».(San Lucas 1,26-38)
- Jesús, te adoro
y con María te ruego :”hágase en mi según tu Palabra” (Esta invocación la
repito interiormente)
6 - Jesús,
Bendito y glorificado sea el instante en que con la fuerza del Espíritu Santo fuiste
hecho hombre en el vientre de María Virgen y su corazón fue morada tuya. Te adoro
en el misterio de la encarnación, el instante en que entraste a este mundo.
María, en su
humildad y obediencia, dijo: “Hágase en mi” y Tú pudiste entrar a este mundo.
Con tu ingreso a este mundo se abrió el nuevo camino del hombre para con Dios.
Fuiste el
Emanuel-Dios con nosotros- y así nuevamente Dios habitó con el hombre, rectificando
así el curso de la historia, desde el instante del primer pecado, quedando en
tinieblas. Porque el hombre no soportó la presencia de Dios, porque se escondió
y se asustó, porque no supo mantener la amistad.
Te doy gracias
Jesús, por estar con nosotros, con toda la Iglesia.
Himno
7 -Jesús palabra
de Dios hecha carne, haz que sea bendito aquel momento en que tu Madre María,
fue Desde Nazaret a visitar a su prima Isabel. A ella el amor la inspiró y partió
de viaje, para esta cerca de Isabel, la cual en su vejez esperaba un niño.
Bendito sea cada
paso de María, porque te llevó y paseó por todo el mundo, porque ella con tu
encarnación fue el primer Tabernáculo, el lugar de su morada.
María, bendito
sea el momento en que Isabel te bendijo y alabó porque en Ti reconoció a la
Madre de su Dios.
Bendito sea el
momento en que tu alma saltó de alegría en el encuentro con Isabel y el niño en
su vientre fue liberado de los pecados y de sus consecuencias.-
Deseo ahora
unirme a ti, Isabel, y alabar la grandeza del Señor:
«Engrandece mi
alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los
ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones
me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso,
Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los
que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en
su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los
humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado
a nuestros padres – en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.» (Lucas
1,46-55)
- Jesús, con
María mi alma te magnifica y mi espíritu se alegra porque Tú estas aquí presente.
(Esta invocación la repito interiormente)
8 - Jesús, te
adoro porque Tú eres mi Dios, concebido en el veinte de María Virgen. Tú crecías
bajo su corazón desarrollándote, como todo niño, en el vientre de su madre.
Jesús, sé que Tú
te instalaste en mi desde mi bautismo, para que en mi corazón vivas. Deseo que
continúes creciendo y desarrollándote. Deseo que mi alma sea morada acogedora
para Ti. Por eso, límpiame para que realmente puedas morar en mi.
Jesús, quita de
mí aquello que me molesta en el crecimiento de Ti. Tú, Jesús, quita, limpia mi
alma, mi corazón y todo mi ser para que sea yo tabernáculo de tu presencia. Deseo
que mi alma y mi corazón sean para Ti prefigura de la tuya. Haz que aquello que
está herido y desfigurado en mí ahora sea apartado, para que Tú puedas crecer
en mi y que yo pueda ser semejante a Ti.
- Jesús, haz que
mi vida sea el lugar de tu morada. (Esta invocación la repito interiormente)
9- Jesús, sé que
estás presente en cada cristiano por haber sido inmersos en tu muerte. Bendito
seas por todos aquellos que se han puesto a tu disposición en su alma y
corazón, así Tú creces y desarrollas hasta la plenitud. Bendito seas en todos aquellos
que permitieron que crezcas en ellos y totalmente te recibieron en sus vidas, porque
les darás la gracia y Tú morarás en ellos y serás su Dios y ellos tu pueblo. Te
magnifico porque sanarás el alma y el cuerpo y harás que los corazones sean liberados
para Ti.
(Interiormente
medito sobre las personas por las que oro, por las que soy responsable, por los
que esperan mi ayuda y por los que alguna vez los ignoré o los induje al pecado)
10 - Jesús, Palabra encarnada en el vientre de María, creo que estás aquí presente. Dí una
palabra para que sane mi alma y cuerpo. Sáname, para que siempre pueda ser el templo
de tu presencia, para que en mí puedas morar. Sana todos los corazones y almas,
familias y comunidades. Bendice a toda la Iglesia, para que ella sea plenamente
tu cuerpo y el templo de tu presencia en este mundo. Bendice y sana a todos los
enfermos. A Ti, que por tu encarnación te quedaste con nosotros. Bendito seas y
alabado, honor y gloria, y toda bendición porque Tú vives y reinas, por los siglos
de los siglos. Amen
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