La llamada de la Iglesia para pedir la cancelación de una «misa
negra» publicitada como espectáculo y programada para el día 21 de septiembre
en la ciudad de Oklahoma, Estados Unidos, continúa ante la ausencia de
intervención de las autoridades. La denuncia de la Archidiócesis fue
respaldada por la
Gobernadora del estado, pero la funcionaria afirmó no poder
prohibir el evento blasfemo. «Eso no quiere decir que no podamos condenarlo con
los términos más fuertes posibles por el escándalo moral que representa»,
declaró.
«Incluso
aunque los tiquets sean vendidos para este evento como si fuera algún tipo de oscuro
entretenimiento, este ritual satánico es fatalmente serio», advirtió Mons. Paul
Coakley, Arzobispo de Oklahoma, el pasado 04 de agosto. «Es una inversión
blasfema y obscena de la
Eucaristía Católica ». El prelado llamó a la oración y la
penitencia advirtiendo del posible uso sacrílego de una Hostia Consagrada en el
rito. «Este terrible sacrilegio es un ataque deliberado contra la Eucaristía Católica
así como las creencias fundamentales de todos los cristianos».
Enfrentar la ofensa con oración
Hasta el momento las autoridades civiles han informado que
el lugar público donde se programó el evento no puede cancelarlo hasta que no
se compruebe la violación de una ley. Ante esta situación, el Arzobispo pidió
que se realice toda una campaña de Adoración Eucarística, oración, procesiones
y Bendición con el Santísimo, así como la inclusión de la Oración a San Miguel
Arcángel en todas las Eucaristías desde el pasado 06 de agosto hasta la fiesta
de los Santos Arcángeles en septiembre 29.
«A pesar de
repetidas solicitudes, no ha habido
indicación de que la ciudad intente prevenir que el evento tenga lugar»,
anunció Mons. Coakley. «He explicado mis preocupaciones con las autoridades de
la ciudad y señalado cuán profundamente ofensivo es este acto intencionalmente
sacrílego para los más de 250 mil católicos que viven en Oklahoma». El prelado
indicó que el evento constituye un mal uso de los espacios públicos y reiteró
el grave riesgo espiritual que constituye su realización. «Dado que parece que
el evento no será cancelado, estoy llamando a todos los católicos de la
archidiócesis de Oklahoma que enfrenten este desafío a la fe y la decencia a
través de la oración y al penitencia».
El día del
rito sacrílego, el Arzobispo convocó
a una Hora Santa al aire libre, seguida de una Procesión Eucarística y la Bendición con el
Santísimo Sacramento en la iglesia de San Francisco de Asís de Oklahoma. La
jornada de oración comenzará a las tres de la tarde del día 21 de septiembre.
«Oraremos para contrarrestar este sacrilegio y manifestar públicamente nuestra
fe en el Señor y nuestra amorosa gratitud por el regalo de la Santa Eucaristía ,
la fuente y la cumbre de nuestras vidas», indicó.
La archidiócesis
de Oklahoma publicó por
indicación de Mons. Coakley la
Oración a San Miguel Arcángel en inglés, español y
vietnamita, para su uso entre los sacerdotes y fieles que se unan a esta
intención.
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