El obispo debe ser
predicador de la verdad en tiempos desfavorables (el amor se opone al odio).
Hay que dar mucha importancia a la liturgia. El obispo debe ponerse de cara a
todos. Realización del Concilio: realizar el mysterium salutis, mejor comprendido que hasta ahora. Todo tiene
lugar por medio de la liturgia.
Mi tarea es ser siervo de
Cristo Señor: aquí está la base de la actitud litúrgica. La Iglesia nunca es
tan sí misma como en la liturgia celebrada por los obispos. El modelo de la
Virgen, que veló por Jesús, lo cuidó y nos lo mostró.
De los cuadernos
personales de Juan Pablo II
4 de septiembre de 1971
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