Los apóstoles que
fueron a Jerusalén para preparar el lugar para lo que sería la Última Cena
preguntaban como les mandó Jesús en el Evangelio del Domingo del Corpus
Christi:“¿Dónde está la habitación…?: - (Mc. 14, 13) Igual que ellos
encontraron el Cenáculo como les dijo el Señor, nosotros podemos encontrar el
Cuerpo y la Sangre de Jesucristo en la Eucaristía porque Él mismo nos lo dijo.
“El primer mandamiento
nos pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y
que rechacemos todo lo que se opone a ella. Hay diversas maneras de pecar
contra la fe:
“La duda voluntaria
respecto a la fe descuida o rechaza tener por verdadero lo que Dios ha revelado
y la Iglesia propone creer. La duda involuntaria designa la vacilación en
creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la fe o también
la ansiedad suscitada por la oscuridad de ésta. Si la duda se fomenta
deliberadamente, puede conducir a la ceguera del espíritu.” (“Catecismo de la
Iglesia Católica”)
Los milagros eucarísticos
de España han ayudado a abrir los ojos a muchos y a renovar su fe en la
Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía, como muestran los siguientes
ejemplos.
1) Dudas de sacerdotes
resueltas durante la Misa al convertirse en carne Hostias consagradas y/o en
sangre el vino consagrado
“No sé qué trabajos,
por grandes que fuesen, se habían de tener, a trueque de tan gran bien para la
cristiandad; que aunque muchos no lo advertimos estar Jesucristo, verdadero
Dios y verdadero hombre, como está en el Santísimo Sacramento en muchas partes,
gran consuelo nos había de ser” (Sta. Teresa de Jesús, Fundaciones,18,5).
Se dieron casos así en
Ivorra (1010), Gerona (1297), O’Cebreiro (1300), Cimballa (1370), Guadalupa
(1420).
2) Se aparece el Niño Jesús donde está la
Hostia Consagrada
“El cuerpo está
verdaderamente unido a la divinidad, el cuerpo nacido de la Santísima Virgen:
no porque el mismo cuerpo encarnado descienda del Cielo, sino porque el mismo
pan y vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo.” (S. Juan Damasceno,
Sobre la fe ortodoxa,4,14).
Caravaca de la Cruz
(1231) – Un rey moro ordenó a un sacerdote celebrar la Misa. Una cruz apareció
sobre el altar milagrosamente y en la consagración, el rey vió un niño donde
estaba la Hostia, lo cual resultó en su conversión.
Moncada, (1392) – Fue
visto por un sacerdote que dudaba la validez de su ordenación y por Sta. Inés
de Moncada (5 años entonces).
3) Milagro tras intento de profanación del
Santísimo
“Mas Vos, Padre Eterno,
¿cómo lo consentís? ¿Por qué queréis ver cada día a vuestro Hijo en tan ruines
manos? Ya que una vez quisisteis y consentisteis lo estuviese, ya veis cómo le
pagaron, ¿cómo puede vuestra piedad verle hacer injurias cada día? Y ¡cuántas
deben hoy hacer a este Santísimo Sacramento! ¡En qué manos enemigas le debe ver
el Padre!” (Sta. Teresa de Jesús, Camino de perfección 33, 3).
Zaragoza (1427) – Un
mago le dijo a una mujer que robara una Hostia consagrada para hacer una poción
de amor. Ella la puso en un cofre pero cuando la abrió encontró un niño. El
mago le dijo que quemara la caja y le trajera las cenizas. La caja se quemó,
pero el niño quedó ileso. Lleno de asombro, confesaron el crimen, el mago pidió
ser bautizado y el niño fue llevado en procesión a la Catedral. Al día
siguiente, durante la Consagración por el Obispo, el niño se convirtió en una
Hostia que el Obispo consumió.
4) Hallazgos milagrosos de Hostias consagradas
“Quiere El, para el
bien de las criaturas, que su cuerpo, su alma y su divinidad se hallen en todos
los rincones del mundo, a fin de que podamos hallarle cuantas veces lo
deseemos, y así en El hallemos toda suerte de dicha y felicidad.” (S. Juan
Vianney, Sermón sobre el Jueves Santo)
Alboraya-Almácera (1348)
- Unos peces ayudaron a recobrar intactos unas Hostias que cayeron
accidentalmente en el río.
Ponferrada (1533) – Un
hombre robó una píside de plata y el sagrario, que cuando quiso tirar al río se
hizo muy pesada. Lo dejó en unas ruinas, pero una luz que manaba del sagrario
durante la noche y unas palomas que volaban allí durante el día reveló dónde
estaba.
Alcoy (1568) - Una
estatua del Niño Jesús señaló hacia el escondite.
5) Conservación intacta de la Hostia
consagrada
“Siendo el pan una
comida que nos sirve de alimento y se conserva guardándole, Jesucristo quiso
quedarse en la tierra bajo las especies de pan, no sólo para servir de alimento
a las almas que lo reciben en la sagrada Comunión, sino también para ser
conservado en el sagrario y hacerse presente a nosotros, manifestándonos por
este eficacísimo medio el amor que nos tiene.”(S. Alfonso María de Ligorio,
Visitas al Ssmo. Sacramento,2)
Se han dado casos en
San Juan de las Abadesas (1251) en la frente de una estatua de Cristo
crucificado, en Alcoy (1568) cuando un hombre robó y consumió tres Hostias
consagradas que se encontraron intactas en un cofre escondido, en Alcalá (1597)
y en Onil (1824) tras robos, y en Silla (1907) tras desaparecer del sagrario.
6) Mostrando la eficacia de la Eucaristía como
sufragio
“Este sacramento
contiene todo el misterio de nuestra salvación; por eso se celebra con mayor
solemnidad que los demás” (Sto. Tomás, Suma Teológica, 3, q. 83, a. 4).
Montserrat (1657) – Una
niña pidió al Abad tres Misas por su difunto padre. En la primera, la niña dijo
ver a su padre rodeado de llamas. Al acercarle un pañuelo, éste ardió. Tras la
tercera Misa la niña vió a su padre subir al cielo.
7) El respeto debido a todo lo que entra en
contacto con la Eucaristía
“. . . Y Ios sagrados
calices y los santos paños, y lo demás que se refiere al culto de la Pasión del
Señor [. . . ], por el contacto con el Cuerpo y Sangre del Señor hay que
venerarlos con el mismo respeto que su Cuerpo y su Sangre” (S. Jerónimo,
Epístola 114).
En Valencia se
encuentra lo que se piensa ser el Santo Grial, el cáliz que usó Jesús en la
Última Cena para consagrar el vino y donde José de Arimatea recogió gotas de la
sangre del Señor en la Cruz.
Daroca (1239) –Un
sacerdote guardó las Hostias en un Corporal cuando la misa fue interrumpida por
un ataque sorpresa. Al terminar la batalla, encontró el Corporal con manchas de
sangre que manaban de las Hostias consagradas. Al poner el Corporal sobre un
burro, se se paró el animal en Daroca tras andar 12 días.
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