El Alimento que no perece: Pan bueno y verdadero.
“Pueblo fiel: tanto nos ama Jesús Buen Pastor, que para alimentar en nosotros el deseo de la vida divina se ha hecho Cordero pascual, Pan partido para dar la vida al mundo. Nos ha dejado su bondad en el alimento que no perece.
Él es el Pan bueno y verdadero.
En la Misa, Él se convierte en el sustento del peregrino mientras camina hacia el lugar donde Él quiere llevarnos y compartir su Vida. Cada uno toma de esta fuente de amor eucarístico, lo que necesita para el camino cotidiano. Es el espacio sagrado donde escuchamos su Palabra y confesamos la fe con los hermanos. La Iglesia Madre tiende la mesa común y sin exclusión, invita a sus hijos a compartir el banquete”.
De la Homilía de Monseñor Mario A. Poli, arzobispo de Buenos Aires, en la Misa del 20 de abril de 2013 (en el inicio de su ministerio episcopal)
1 comentario:
Estuve en la celebración !!! Fue emocionante!!! Viva Cristo Rey.
Agustin
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