La Adoración Eucarística es un camino de renovación de la Fe, es un modo de permanecer en el amor de Dios uniéndonos íntimamente a Él, cual el sarmiento a la vid, muchos son los frutos que derivan de la Adoración. El más inmediato es la intimidad con el Señor y el poder ahondarla.
Quien adora encuentra paz, una paz desconocida para el mundo. Son muchísimos los testimonios en ese sentido. Personas que nunca pisaron una iglesia y que de pronto por alguna circunstancia o porque el Señor las atrajo entraron a la capilla de adoración y encontraron la paz para ellos desconocida, la que sólo puede dar el Señor.
La capilla de adoración perpetua ofrece a todos una estación para detenerse en el camino frenético de la vida. Les ofrece un espacio para reflexionar y dejarse interpelar por la presencia del Dios que nos ha creado y que nos salva.
¡ Comencemos mañana el año de la Fe con una hora de adoración eucarística !
No hay comentarios:
Publicar un comentario