El Agnus Dei ( El Cordero de Dios)
Cada viernes del año es día penitencial en la Iglesia. Nos unimos mediante un pequeño sacrificio al gran Sacrificio de Cristo en la Cruz que se realiza en la Santa Misa. Jesucristo sobre el altar es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y nos da la Paz.
El “Liber Pontificalis” consigna que el Papa Sergio I (687-701), natural de Siria, fue quien determinó introducir en la Misa en Roma el canto del “Agnus Dei”. En efecto, todas las razones, internas y externas, prueban que los clérigos, huidos de Siria a causa de la invasión árabe, trajeron a Roma este canto.
El origen oriental del canto se hace patente en su primera palabra: “Cordero”. Esta expresión, que corresponde a nuestra palabra latina “hostia” (víctima) es el nombre con que designa en la liturgia bizantina la forma destinada a la comunión del celebrante. Califica nuestra ofrenda como víctima, cuyo estado de inmolación se expresa por la fracción, mejor dicho por estar fraccionada. Con ella aplica y hace revivir en la misa la idea expresada en al Apocalipsis, del cordero que está como inmolado en medio del trono.(Apoc. 5,6)
“Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros, y danos la paz”
"Agnus Dei, qui tollis pecatta mundi,
miserere nobis, dona nobis pacem"
"Agnus Dei, qui tollis pecatta mundi,
miserere nobis, dona nobis pacem"
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