LOS MOMENTOS SECRETOS DE LA GRACIA
EL CULTO EUCARISTÍCO: FUENTE DE CONTEMPLACIÓN SANTIFICANTE Y FRUCTUOSA.
“El culto que se da a la Eucaristía fuera de la Misa es de un valor inestimable en la vida de la Iglesia" (Carta encíclica Ecclesia de Eucharistia, 25). La responsabilidad del sacerdote en este culto se recuerda de esta manera: "Corresponde a los Pastores animar, incluso con el testimonio personal, el culto eucarístico, particularmente la exposición del Santísimo Sacramento y la adoración de Cristo presente bajo las especies eucarísticas"(ib).
El Sumo Pontífice Juan Pablo II no sólo anima a todo sacerdote a que manifieste este testimonio, sino es él mismo quien nos comunica su propio testimonio: "es hermoso estar con Él y, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto (cf. Jn 13, 25), palpar el amor infinito de su corazón. Si el cristianismo ha de distinguirse en nuestro tiempo sobre todo por el " arte de la oración ", ¿cómo no sentir una renovada necesidad de estar largos ratos en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento? ¡Cuántas veces, mis queridos hermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y en ella he encontrado fuerza, consuelo y apoyo!"(ib)
Se trata de una experiencia que ha sido vivamente recomendada por el constante Magisterio y por el ejemplo de numerosísimos Santos. El testimonio personal del Vicario de Cristo anima a todos los sacerdotes, a dar a conocer y a estimar los momentos secretos de la gracia, que llegan por medio de la adoración al Santísimo. De esta manera la Eucaristía llega a ser fuente de contemplación santificante y fructuosa.
Congregación para el Clero.
Carta “La Eucaristía y el Sacerdote: inseparablemente unidos por el Amor de Dios”
(27 de junio de 2003)
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