"Toda la esencia del catolicismo la tendríamos en la Eucaristía. Esos dos grandes mandamientos de amor al Padre y al prójimo, estarían realizados mediante la Eucaristía y nos animaríamos cada día, en la Misa bien oída, a renovarnos en ese espíritu de entrega."
"La sola presencia en el sacrificio eucarístico aumenta en nosotros estas disposiciones, la comunión las intensifica aún más; pero si asistiéramos a la Misa y recibiéramos la Comunión ensanchando todo lo posible la capacidad de nuestro espíritu, ¡cómo nos santificaríamos sobre medida!"
"El acto central de nuestro día debiera ser nuestra Misa: la comunión en medio de la Misa (cuando se pueda), un acto imprescindible de cada cristiano ferviente."
"Fuente de vida cristiana. Ya que el cristianismo no es tanto una ética, como el protestantismo, ni una filosofía, ni una poesía, ni una tradición, ni una causa externa, sino la divinización de nuestra vida en Cristo, para tener como suprema aspiración hacer lo que Cristo haría en mi lugar; esa es la esencia de nuestro cristianismo."
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