BOCADO
Cuantas veces Jesús me diste tu bocado
En una mesa de incienso y flores,
Y salí al sol, que en poco tiempo,
eclipsé en rechino de dientes y dolores.
Tu bocado no son hierbas amargas
Ni de cordero incapaz de perdonar
Sos Vos mismo humillado en falso pan
Que se arriesga a la cruz de mi pecado
Y se derrama en mi corazón avinagrado.
No te canses Jesús te lo suplico,
De invitarme tantas veces más,
Dile a tu Padre…que soy tan sordo
Y ven a buscarme que aún lloro,
Setenta veces más, arrepentido.
P.G.B.
PALABRAS.
(para un Sacerdote).
Que palabra decir de la Palabra
que resulte picante y novedosa,
que derrita los pechos de baldosa
que vibrante repique la campana
y ponga al monte a brincar como una cabra.-
Vueltas, oraciones y desvelos
de aquí para allá revolotea
un apuro al no juntar viruta
siquiera de la noble pinotea
fragancia de madera veteada
de sangre, espina y desprecio
brotada de amor y de silencio.
Que te tengo Jesús entre mis manos,
y me prestas tus palabras consagradas,
tu Cruz son mis brazos temblorosos,
de mi Fé vacilante y mal leída,
como repique en yunque, distraída,
pero… ESTO ES MI CUERPO digo y Dice,
arrodillo, adoro y callo,
y Pedro no escucha más el gallo.
P.G.B.
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