31 de julio de 2012

San Ignacio de Loyola y la Eucaristía



Leyendo su diario espiritual se ve que Ignacio durante la Misa se dejaba trasformar por el cuerpo y la sangre de su Señor para después eucarísticamente tomar decisiones y elegir lo que se presentaba. Ignacio sabía que comunicándose la Eucaristía no se convierte en nuestro cuerpo y nuestra sangre, al contrario, nosotros somos trasformados en Eucaristía.

Convirtiéndose lentamente y amorosamente, gracias a sus misas celebradas todos los días, Ignacio dejaba contraseñar todas las elecciones que tenía que hacer, grandes y pequeñas, de este “santísimo sacrificio de la Eucaristía, como máxima señal de su amor".

 Padre Peter-Hans Kolvenbach

30 de julio de 2012

San Ignacio de Loyola: Oración para la acción de graciás después de la comunión




Tomad, Señor, y recibid

toda mi libertad,

mi memoria,

mi entendimiento

y toda mi voluntad;

todo mi haber y mi poseer.

29 de julio de 2012

Domingo 17º durante el año (ciclo b): comentario a la liturgia de la Palabra



Con este domingo la liturgia interrumpe la lectura del evangelio de Marcos, que venimos meditando durante los domingos de este año. Y comenzamos durante cuatro domingos consecutivos a leer el capítulo 6 del evangelio según san Juan, que contiene el relato de la multiplicación de los panes y el discurso sobre la eucaristía, que Jesús dice en la sinagoga de Cafarnaún. Todo esto tiene un motivo práctico: y es que el evangelio de Marcos, por ser el más breve de todos, no alcanza a cubrir los domingos de todo el año litúrgico, y debido a ello es integrado este capítulo 6 de san Juan, que nos ayudará, a lo largo de estos domingos, a meditar sobre Cristo Eucaristía.

El domingo pasado veíamos como Jesús se compadecía de la multitud porque eran como ovejas sin pastor. Habían ido a verlo y a escucharlo, entonces Jesús se puso a enseñarles durante largo rato. Tan largo fue el rato, que se hizo tarde, y ahí ocurre este acontecimiento de la multiplicación de los panes, que parece que no dice nada acerca de la Eucaristía, pero sin embargo constituye la base para entender todo el resto del discurso que después va a decir Jesús. Ya que, bien sabemos que, mientras los otros evangelistas vinculan la Eucaristía con la última cena de Jesús; el evangelista Juan la vincula con este hecho de la multiplicación de los panes.

28 de julio de 2012

San Pedro Poveda Castroverde



San Pedro Poveda, Presbítero mártir, fundador de la Institución Teresiana. Nació en Linares el 3 de diciembre de 1874. Murió en Madrid el 28 de julio de 1936. Fué beatificado el 10 de octubre de 1993 y canonizado el 4 de mayo de 2003.

Un santo cercano a nuestro tiempo, profundamente inmerso en el amor a Jesús Euacristía.

Asido al amor de Jesús hasta su úlima afirmación cuando fue detenido en su domicilio madrileño: "Soy sacerdote de Cristo". Poveda vive intensamente en la Eucaristía diaria la donación del Señor y su misterio de resurrección y vida, y se hace con él pan partido y sangre derramada para la vida del mundo. Había pedido la gracia de celebrar el sacramento todos los días de su vida, y la muerte lo sorprende cuando acababa de dar gracias por su última Eucaristía. Los testimonios de los que lo conocieron son unánimes respecto a su aprecio y estima de este Misterio que se hacía presente en la celebración diaria.

Ana María López dice al respecto: " La Eucaristía era el centro de su vida. La celebraba con temor y reverencia, evocando la Última Cena y el Calvario. Le impresionaba tan profundamente que sus sentimientos de indignidad personal eran muchas vecese visibles."

27 de julio de 2012

Domingos 17º a 21º durante el año (ciclo b): Meditando sobre Juan 6



El sacrificio de la Misa y el sacrificio de la Cruz son un mismo Sacrificio. En la Misa es ofrecido a Dios Padre el mismo Jesús que se ofreció en la Cruz. Pero se ofrece de un modo distinto, ya que en la Cruz hubo derramamiento de sangre, y en el altar se sacrifica sin derramamiento de sangre y se anonada místicamente por el ministerio del sacerdote.

De esta forma, el Sacrificio de la Misa es sustancialmente el mismo de la Cruz, en cuanto que el mismo Jesucristo que se ofreció en la Cruz es el que se ofrece por mano de los sacerdotes, sus ministros, sobre nuestros altares. La Santa Misa " no es una pura y simple conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesucristo, sino un sacrificio propio y verdadero, por el que el Sumo Sacerdote, mediante su inmolación incruenta, repite lo que una vez hizo en la Cruz, ofreciéndose enteramente al Padre como víctima gratísima"

(Pío XII, Encíclica Mediator Dei)

26 de julio de 2012

"Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo"




EL SIGNO DE LA FE POR EXCELENCIA: LA EUCARISTÍA

Ante al espeso silencio sobre Dios que impone la cultura actual, que quiere relegar la religión y lo religioso al olvido, entendiéndolo como una antigüedad y algo incompatible con la modernidad, no debemos esconder nuestro mejor tesoro. Hemos de ser testigos del amor de Dios al mundo, amor que se manifiesta y se hace palpable en el misterio eucarístico.


No tengamos miedo de hablar de Dios ni de mostrar los signos de la fe con la frente muy alta.

No tengamos miedo a mostrar el signo de la fe por excelencia que es el misterio eucarístico.

Ante el obscurecimiento de la esperanza en la vida eterna y en las promesas de Dios en que vive sumido nuestra cultura, mostremos la Eucaristía como fuente de esperanza y prenda de la vida futura.

Ante una cultura que está perdiendo la memoria de sus raíces y de la herencia cristiana, cayendo en la indiferencia religiosa y el agnosticismo práctico, que quiere arrancar el alma cristiana de nuestra sociedad, hagamos memoria del misterio del amor de Cristo, de su pasión, muerte y resurrección, misterios que se actualizan en cada celebración eucarística.

Ante una cultura que tiene miedo a afrontar el futuro, mirándolo con más temor que deseo; frente a tantos hombres y mujeres que viven la experiencia del vacío interior, de la angustia existencial, del nihilismo y de la falta del sentido de la vida, favorezcamos un estilo de vida inspirado en la Eucaristía, en la que está presente Aquél que es el camino, la verdad y la vida de los hombres, Aquél que nos dice "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré" (Mt 11,28).

Ante una cultura en la que el hombre vive cada vez más sumido en una profunda soledad, mostremos la verdad consoladora de la Eucaristía, en la que Cristo se hace nuestro eterno contemporáneo, peregrino y compañero, alentándonos con la certeza de su presencia: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20).

25 de julio de 2012

Textos litúrgicos de la Misa de Santiago apóstol



Introito.-

Is 66, 19. Levantaré en medio de ellos una señal, dice el Señor; y de ellos enviaré a las gentes que jamás han oído hablar de mí y predicarán mi gloria a los gentiles. Los cielos pregonan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia las obras de su poder.

Oración colecta.

Oh Señor, sed el santificador y el custodio de vuestro pueblo, para que, defendido con los auxilios de vuestro apóstol Santiago, os agrade con sus obras y os sirva con paz.
Por Jesucristo Nuestro Señor que vive y reina contigo y es Dios en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. R. Amén.

Oración ofrendas

Os rogamos, Señor, que el martirio de vuestro apóstol Santiago os haga gratas las ofrendas de vuestro pueblo, y como por nuestros méritos no podemos alcanzarlo, haced que os sean agradables por sus oraciones.
Por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios.

24 de julio de 2012

Oración para la jornada mundial de la Juventud 2013




Con el fin de preparar a los fieles de toda la Iglesia universal, así como a los participantes que se darán cita en Brasil, los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013 han hecho pública la oración oficial para esta gran cita juvenil, a desarrollarse en la capital carioca del 23 al 28 de julio del próximo año, y que contará con la presencia del santo padre. Dicha oración invita una vez más a los jóvenes a alimentarse de la eucaristía:

"¡Oh Padre! enviaste a Tu Hijo Eterno para salvar el mundo y elegiste hombres y mujeres para que, por Él, con Él y en Él proclamaran la Buena Noticia a todas las naciones. Concede las gracias necesarias para que brille en el rostro de todos los jóvenes la alegría de ser, por la fuerza del Espíritu, los evangelizadores que la Iglesia necesita en el Tercer Milenio.

¡Oh Cristo! Redentor de la humanidad, tu imagen de brazos abiertos en la cumbre del Corcovado acoge a todos los pueblos. En tu ofrecimiento pascual, nos condujiste por medio del Espíritu Santo al encuentro filial con el Padre. Los jóvenes, que se alimentan de la Eucaristía, te oyen en la Palabra y te encuentran en el hermano, necesitan tu infinita misericordia para recorrer los caminos del mundo como discípulos misioneros de la nueva evangelización.

¡Oh Espíritu Santo! Amor del Padre y del Hijo, con el esplendor de tu Verdad y con el fuego de tu amor, envía tu Luz sobre todos los jóvenes para que, impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud, lleven a los cuatros rincones del mundo la fe, la esperanza y la caridad, convirtiéndose en grandes constructores de la cultura de la vida y de la paz y los protagonistas de un nuevo mundo. ¡Amén!"

23 de julio de 2012

La Misa por encima de todo



No hay novena, ni triduo, ni devoción que se pueda comparar a la eficacia impetratoria de una sola Misa.

¡Cuánta desorientación hay entre los fieles en torno al valor objetivo de las cosas! Lo que no obtengamos con la Santa Misa, jamás lo obtendremos con ninguna otra oración, por más piadosa que sea. Está muy bien realizar y ofrecer actos de piedad bendecidos y aprobados por la Iglesia; es indudable que Dios concede muchas gracias a través de ellos; pero coloquemos cada cosa en su lugar: LA MISA POR ENCIMA DE TODO.

P. Antonio Royo Marín op

22 de julio de 2012

La vida consagrada femenina: mujeres que derrochan unguento para el Señor como lo hizo la mujer del evangelio


En este día, 22 de julio memoria de Santa María Magdalena, miramos a las religiosas como aquellas mujeres llamadas a impregnar la Iglesia con el prefume de su consagración.

Leemos a la Madre Teresa:

... Nuestra vocación se basa en esta convicción: «Yo le pertenezco». Y como le pertenezco, El tiene que ser libre para usarme y yo tengo que abandonarme completamente...

... ¿Cuál es nuestra vocación? ¿A qué llamamos vocación? Nuestra vocación es Jesús. En la Escritura lo encontramos expresado con mucha claridad: «Te he llamado por tu nombre, eres precioso para mí... Te he llamado amigo mío. Las aguas no te ahogarán». (Las aguas simbolizan todas las tentaciones del mal.) «Te daré naciones; tú eres precioso para mí». «Cómo puede una madre olvidarse de su hijo o una mujer del hijo que lleva en sus entrañas? Pues aunque una madre pudiera olvidarse, yo nunca te olvidaré. Tú eres precioso para mí; te llevo grabado en la palma de mi mano».

¿Por qué estamos aquí? Sin duda porque hemos oído cómo Jesús nos llamaba por nuestro nombre. Somos como san Pablo. Una vez que cayó en la cuenta del amor de Cristo, no se preocupó de nada más. No le preocupó si era azotado o encarcelado. Para él sólo había una cosa importante: Jesucristo...

21 de julio de 2012

Domingo 16º durante el año (Ciclo b): Comentario a la liturgia de la Palabra de la Santa Misa



DOMINGO 16 DURANTE EL AÑO CICLO B

Al ver a la multitud, Jesús sintió compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.

Jesús sintió compasión. Una de las características mas fuertes de Jesús es esta de ser compasivo. Jesús sintió compasión hasta la entrañas, o sea hasta lo mas profundo de su ser, cuando vio a la multitud. Todos ellos lo conmovieron, le hicieron sentir con todas sus sensibilidades intimas lo profundo de su pena.

Dios es un Dios compasivo. Y esto significa, ante todo, que es un Dios que ha elegido ser Dios con nosotros. Es la Eucaristía donde Jesús nos sigue mostrando su compasión y que es el Emanuel. Y este es el hecho que lo muestra como un ser compasivo, el hacerse uno de nosotros. Entenderíamos muy pobremente los muchos relatos de milagros contenidos en los evangelios si quedásemos simplemente impresionados por el hecho de que personas enfermas fueron curadas, o muertos fueron resucitados, o demonios expulsados de los cuerpos. Lo importante en todos estos casos no es el milagro sino la profunda compasión que movía a Jesús a esas curaciones. El gran misterio no son las curaciones, sino la infinita compasión del corazón de Jesús que sigue latiendo en el Santísimo Sacramento del Altar.

20 de julio de 2012

La Eucaristía: Amistad con Jesús y fuente de todas las vocaciones



Del 28 de junio al 1 de julio, se ha desarrollado el anual Congreso de los Servicios Vocacionales Europeos (EVS), en el St. Patrick College de Maynooth, en Irlanda.

Presentándose en estrecha continuidad con el Congreso Eucarístico Internacional de Dublín, que ha concluido hace pocos días, el tema desarrollado ha sido “La Eucaristía, fuente de todas las Vocaciones: comunión, testimonio, misión (cf. In Verbo Tuo 17 d).

Los trabajos fueron guiados por el obispo auxiliar de la diócesis de Down and Connor, monseñor Donal McKeown, delegado de Vocaciones de la Conferencia Episcopal Irlandesa, y por el coordnador del EVS, padre Jorge Madureira Soares.

El ambiente de los trabajos, aún vividos en manera intensa y siempre muy participada y compartida, ha dejado espacio a relaciones profundas de fraternidad y de oportunos intercambios sobre los itinerarios vocacionales de los diversos países presentes. Es precisamente esta fraternidad la que constituye el valor añadido de estos encuentros y hace percibir a todos los participantes la alegría de trabajar en un ámbito a veces fatigoso, pero esencial para el Reino de Dios y la vida de la Iglesia, como es el vocacional.

La primera sesión de trabajo profundizó la temática desde el punto de vista teológico y eclesiológico, a través de la aportación del padre Laurent Villemin, Francia. Partiendo de algunas intuiciones del teólogo francés Henry De Lubac, en Corpus Mysticum, y a la luz de la reflexión de Juan Pablo II, Ecclesia vivit de Eucharistia, subrayó la importancia de la dimensión comunional de la Eucaristía, liberándola de la tentación de un siempre latente individualismo. No hay Eucaristía sin sacerdote; y no hay Eucaristía sin comunidad: ella es la raíz de toda auténtica oración vocacional y de toda opción de don de vida por el Señor Jesús.

19 de julio de 2012

Hora Santa: Adoración eucarística con el Beato Pier Giorgio Frassati




Guía: Este mes hemos celebrado la fiesta litúrgica de Pier Giorgio. La ‘cordada de amigos’ sujetada por él, que se había vuelto más firme, gracias al rezo común del Santo Rosario el pasado 6 de abril, celebra, a su guía celeste, en todas las partes del mundo, unida con "un pacto que no conoce confines terrenos, ni límites temporales: la unión en la oración" y juntos dicen: “Queremos ver a Jesús". Este es el momento para profundizar el secreto que Pier Giorgio descubrió, el secreto que nos permitirá "vivir, y no ir tirando", y nos volverá capaces de subir siempre ”Verso l’alto”: LA EUCARISTÍA. Queremos testimoniar aquella unión especial que unió a un joven con su más grande Amigo, al "Rey de Reyes": la ADORACIÓN NOCTURNA. Proponemos ofrecer hoy la adoración por todos aquellos jóvenes que todavía no han encontrado a Jesús, y quizás ni siquiera lo han buscado. Para hacerle a Pier Giorgio un regalo aún más especial, ofrezcamos la adoración de modo particular por aquellos que, muertos jóvenes como él, se encuentran todavía en el purgatorio, y que intensamente "quieren ver a Jesús". Pier Giorgio dio mucha importancia a la oración por los difuntos. En su obra de caridad se sintió responsable de aquel gran regalo que Jesús les ha hecho a los hombres, el de poder aliviar y rescatar las almas del purgatorio.

Qué gran alegría llenará hoy su corazón, como será luminosa su sonrisa, al saber que sus amigos "esparcidos por el orbe, pero estrechamente unidos por el vínculo de la Fe" junto a él, adoran y ven a Jesús en el Santísimo Sacramento, que gran alegría el poder ver numerosas almas de jóvenes pasar exultantes las puertas del Paraíso: he aquí nuestro regalo para él.

El lema de Pier Giorgio: "Cada día comprendo mejor la gracia de ser católico. Vivir sin Fe, sin un patrimonio que defender, sin luchar constantemente por la Verdad, no es vivir, sino ’ir tirando’, no vale la pena ‘vivir tirando’… "

18 de julio de 2012

La genuflexión ante el Santísimo Sacramento



En la segunda parte del "himno cristológico" de la Carta de san Pablo a los Filipenses, leemos, "Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre" (Fil 2, 9). Aquel que se ha abajado profundamente, tomando la condición de esclavo, ha sido exaltado, elevado por encima de todas las cosas por el Padre, que le dio el nombre de Kyrios, "Señor", la suprema dignidad y el señorío. Frente a este nuevo nombre, por cierto, que es el mismo nombre de Dios en el Antiguo Testamento, "toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese: que ‘Cristo Jesús es Señor’, para gloria de Dios Padre" (vv. 10-11).

Este himno de la Carta a los Filipenses nos ofrece dos claves importantes para nuestra oración. La primera es la invocación: "Señor", dirigida a Jesucristo, sentado a la diestra del Padre: Él es el único Señor de nuestra vida, en medio de tantos "dominadores" que la quieren dirigir y orientar. Por ello, se debe tener una escala de valores en los que la primacía le pertenece a Dios, para decir con san Pablo: "Juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor" (Fil 3, 8). El encuentro con el Señor resucitado nos ha hecho comprender que él es el único tesoro por el que vale la pena consumir la propia existencia.

16 de julio de 2012

Textos litúrgicos de la Misa de Nuestra Señora del Carmen



ANTIFONA DE ENTRADA Is 35,2

Tiene María la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios.

ORACION COLECTA

Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la Santísima Virgen María, Madre y Reina del Carmelo, para que, guiados por su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu santo por los siglos de los siglos.

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, estos dones sagrados al celebrar la protección de la Virgen del Carmen sobre tu Pueblo santo; que ellos nos hagan crecer, imitando su amor, en tu santo servicio, y nos unan íntimamente al misterio redentor. Por Jesucristo nuestro Señor.

15 de julio de 2012

El escapulario de la Virgen del Carmen nos lleva a la Eucaristía



EL ESCAPULARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN

Quienes reciben la imposición de este Escapulario y lo visten habitualmente, necesitan saber las razones que la iglesia ha tenido para autorizarlo y recomendarlo, bendiciendo e indulgenciando a sus devotos.

De este modo lograrán que les sirva de medio en su perfeccionamiento en la fe de Cristo y alcanzarán con más facilidad la saludable ayuda de la Virgen Santísima, Madre espiritual y medianera de todas las gracias, a la que pretenden honrar. Ella, a los que vivan esta común consagración carmelitana, significada en el Escapulario, los conducirá a una más plena participación de los frutos del Misterio Pascual que se actualiza en cada Eucaristía.

El Escapulario es un símbolo de la protección de la Madre de Dios a sus devotos y un signo de su consagración a María. Nos lo dio La Santísima Virgen. Se lo entregó al General de la Orden del Carmen; San Simón Stock, según la tradición, el 16 de julio de 1251, con estas palabras: «Toma este hábito, el que muera con él no padecerá el fuego eterno».

Alude a este hecho el Papa Pío XII cuando dice: «No se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen».

14 de julio de 2012

Arrodillarse, gesto de veneración a la Sagrada Eucaristía




"Nadie come esta carne sin antes adorarla" (San Agustín)

La Ordenación General del Misal Romano (2002) establece que los fieles durante la consagración deben estar de rodillas, salvo que no puedan por razón de enfermedad, estrechez del lugar u otra causa razonable que lo impida.

En la Sagrada Escritura leemos muchas veces acerca de la oración con genuflexión o de rodillas:

“Josué rasgó sus vestiduras y se postró rostro en tierra ante el arca de Yavé” (Jos, 7, 6).

“Ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará” (Is, 45, 23).

“Los que estaban (en la barca) se postraron ante El” (Mt, 14, 33).

“Dijo (el ciego): creo Señor, y se postró ante Él” (Jn, 9, 38).

“toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua rendirá homenaje a Dios” (Rm, 14, 11).

“al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos” (Flp, 2, 10).

“Puesto de rodillas (Esteban mártir, al ser lapidado), gritó con fuerte voz: Señor, no les imputes este pecado” (Hc, 7, 60).

“Pedro los hizo salir fuera a todos, y puesto de rodillas oró” (Hc, 9, 40).

“Diciendo esto (San Pablo) se puso de rodillas con los otros y oró” (Hc, 20, 36).

“Allí, puestos de rodillas en la playa, oramos” (Hc, 21, 5).

13 de julio de 2012

El logotipo del año de la Fe y la eucaristía



El Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, Monseñor Rino Fisichella, presentó el 21 de junio en la Santa Sede el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013 como una ocasión para "volver a descubrir el camino de la fe" y resaltar "el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo".

Durante el acto, Mons. Fisichella también presentó el logo del Año de la Fe, que consiste en una barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas desplegadas y el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, hace referencia a la Eucaristía, el misterio del Fe, fuente y culmen de toda evangelización.

12 de julio de 2012

Preparándonos al año de la Fe IV



Del culto latréutico debido al sacramento eucarístico

La Iglesia católica rinde este culto latréutico al sacramento eucarístico, no sólo durante la misa, sino también fuera de su celebración, conservando con la máxima diligencia las hostias consagradas, presentándolas a la solemne veneración de los fieles cristianos, llevándolas en procesión con alegría de la multitud del pueblo cristiano.

De esta veneración tenemos muchos testimonios en los antiguos documentos de la Iglesia. Pues los Pastores de la Iglesia siempre exhortaban solícitamente a los fieles a que conservaran con suma diligencia la Eucaristía que llevaban a su casa. En verdad, el Cuerpo de Cristo debe ser comido y no despreciado por los fieles, amonesta gravemente san Hipólito [61].

Consta que los fieles creían, y con razón, que pecaban, según recuerda Orígenes, cuando, luego de haber recibido [para llevarlo] el Cuerpo del Señor, aun conservándolo con todo cuidado y veneración, se les caía algún fragmento suyo por negligencia [62].

11 de julio de 2012

San Benito: No anteponer nada al amor de Dios



San Benito que se había retirado a la soledad para consagrar su vida a Dios, con el tiempo fue descubierto y la soledad de su cueva se convirtió en lugar de encuentro para algunos.

Esta vida comunitaria en torno a Jesús nos hace pensar en el vínculo inseparable entre comunión fraterna y comunión eucarística.

En Subiaco pasa san Benito algo más de 25 años. Tiene, pues, ya cerca de 50 años. Dejándose llevar de la mano providente de Dios, el joven que se encerraba en la cueva de Subiaco para toda la vida, se había convertido en padre de un grupo notable de monjes, en un experimentado abad.

Fue un orante. Orando le encuentran los que a él se acercan. Ocupado en la alabanza divina formó una verdadera comunidad cristiana.

Esta alabanza se alimentaba de manera especial en el oficio divino y la eucaristía. Hombre lleno de fe.

Hoy, nosotros, también tenemos que animarnos a descubrir que la comunión eclesial no podemos pensarla sin la comunión eucarística.

10 de julio de 2012

Preparándonos al año de la Fe III



En el sacrificio de la misa, Cristo se hace sacramentalmente presente

Cuanto hemos dicho brevemente acerca del sacrificio de la misa nos anima a exponer algo también sobre el sacramento de la Eucaristía, ya que ambos, sacrificio y sacramento, pertenecen al mismo misterio sin que se pueda separar el uno del otro. El Señor se inmola de manera incruenta en el sacrificio de la misa, que representa el sacrifico de la cruz, y nos aplica su virtud salvadora, cuando por las palabras de la consagración comienza a estar sacramentalmente presente, como alimento espiritual de los fieles, bajo las especies del pan y del vino.

Bien sabemos todos que son distintas las maneras de estar presente Cristo en su Iglesia. Resulta útil recordar algo más por extenso esta bellísima verdad que la Constitución De Sacra Liturgia expuso brevemente [30]. Presente está Cristo en su Iglesia que ora, porque es él quien ora por nosotros, ora en nosotros y a El oramos: ora por nosotros como Sacerdote nuestro; ora en nosotros como Cabeza nuestra y a El oramos como a Dios nuestro [31]. Y El mismo prometió: «Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» [32].

Presente está El en su Iglesia que ejerce las obras de misericordia, no sólo porque cuando hacemos algún bien a uno de sus hermanos pequeños se lo hacemos al mismo Cristo [33], sino también porque es Cristo mismo quien realiza estas obras por medio de su Iglesia, socorriendo así continuamente a los hombres con su divina caridad. Presente está en su Iglesia que peregrina y anhela llegar al puerto de la vida eterna, porque El habita en nuestros corazones por la fe [34] y en ellos difunde la caridad por obra del Espíritu Santo que El nos ha dado [35].

9 de julio de 2012

Preparándonos al año de la Fe II



La sagrada Eucaristía es un Misterio de fe

Ante todo queremos recordar una verdad, por vosotros bien sabida, pero muy necesaria para eliminar todo veneno de racionalismo; verdad, que muchos católicos han sellado con su propia sangre y que celebres Padres y Doctores de la Iglesia han profesado y enseñado constantemente, esto es, que la Eucaristía es un altísimo misterio, más aún, hablando con propiedad, como dice la sagrada liturgia, el misterio de fe. Efectivamente, sólo en él, como muy sabidamente dice nuestro predecesor León XIII, de feliz memoria, se contienen con singular riqueza y variedad de milagros todas las realidades sobrenaturales [4].

Luego es necesario que nos acerquemos, particularmente a este misterio, con humilde reverencia, no siguiendo razones humanas, que deben callar, sino adhiriéndonos firmemente a la Revelación divina.

San Juan Crisóstomo, que, como sabéis, trató con palabra tan elevada y con piedad tan profunda el misterio eucarístico, instruyendo en cierta ocasión a sus fieles acerca de esta verdad, se expresó en estos apropiados términos: «Inclinémonos ante Dios; y no le contradigamos, aun cuando lo que Él dice pueda parecer contrario a nuestra razón y a nuestra inteligencia; que su palabra prevalezca sobre nuestra razón e inteligencia. Observemos esta misma conducta respecto al misterio [eucarístico], no considerando solamente lo que cae bajo los sentidos, sino atendiendo a sus palabras, porque su palabra no puede engañar» [5].

Idénticas afirmaciones han hecho con frecuencia los doctores escolásticos. Que en este sacramento se halle presente el cuerpo verdadero y la sangre verdadera de Cristo, no se puede percibir con los sentidos —como dice Santo Tomás—, sino sólo con la fe, la cual se apoya en la autoridad de Dios. Por esto, comentando aquel pasaje de San Lucas 22, 19: «Hoc est corpus meum quod pro vobis tradetur», San Cirilo dice: «No dudes si esto es verdad, sino más bien acepta con fe las palabras del Salvador: porque, siendo Él la verdad, no miente» [6].

8 de julio de 2012

Preparándonos al año de la Fe



CARTA ENCÍCLICA MYSTERIUM FIDEI DE SU SANTIDAD PABLO VI

SOBRE LA DOCTRINA Y CULTO DE LA SAGRADA EUCARISTÍA (n. 1 y 2)

1. El misterio de fe, es decir, el inefable don de la Eucaristía, que la Iglesia católica ha recibido de Cristo, su Esposo, como prenda de su inmenso amor, lo ha guardado siempre religiosamente como el tesoro más precioso, y el Concilio Ecuménico Vaticano II le ha tributado una nueva y solemnísima profesión de fe y culto. En efecto, los Padres del Concilio, al tratar de restaurar la Sagrada Liturgia, con su pastoral solicitud en favor de la Iglesia universal, de nada se han preocupado tanto como de exhortar a los fieles a que con entera fe y suma piedad participen activamente en la celebración de este sacrosanto misterio, ofreciéndolo, juntamente con el sacerdote, como sacrificio a Dios por la salvación propia y de todo el mundo y nutriéndose de él como alimento espiritual.

Porque si la Sagrada Liturgia ocupa el primer puesto en la vida de la Iglesia, el Misterio Eucarístico es como el corazón y el centro de la Sagrada Liturgia, por ser la fuente de la vida que nos purifica y nos fortalece de modo que vivamos no ya para nosotros, sino para Dios, y nos unamos entre nosotros mismos con el estrechísimo vínculo de la caridad.

Y para resaltar con evidencia la íntima conexión entre la fe y la piedad, los Padres del Concilio, confirmando la doctrina que la Iglesia siempre ha sostenido y enseñado y el Concilio de Trento definió solemnemente juzgaron que era oportuno anteponer, al tratar del sacrosanto Misterio de la Eucaristía, esta síntesis de verdades:

«Nuestro Salvador, en la Ultima Cena, la noche en que él era traicionado, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y sangre, con el cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrifico de la cruz y a confiar así a su Esposa, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección: sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de caridad, banquete pascual, en el cual se come a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria venidera» [1].

7 de julio de 2012

Preparación para la Santa Misa de cada domingo





El fin primordial de la Misa es dar honor y gloria a Dios. Sin embargo, los efectos de la Misa no se detienen ahí; al ofrecer Jesucristo su infinito homenaje a Dios, también alcanza grandes gracias para nosotros.

Si bien la aplicación del fruto general de la Misa depende exclusivamente de la voluntad de Dios, el grado en que se reciban las gracias en cada alma determinada dependerá en gran parte de la unión con que esa persona participe en la Misa y de sus propias disposiciones interiores.

5 de julio de 2012

Ecos del congreso eucarístico internacional: la eucaristía y la Iglesia católica de oriente




“Yo soy el Pan Vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá eternamente” (Jn 6, 51)

¡Gloria a Jesucristo!

Nosotros, los hijos de la Iglesia Católica de diferentes países y continentes, ritos y culturas, nos reunimos en esta antigua ciudad para celebrar, meditar y tomar parte en el regalo más grande, que nuestro Salvador ha dado a su Iglesia - el misterio de la Sagrada Eucaristía .

Es providencial que los últimos días del Congreso Eucarístico coincida con la Fiesta de la Sagrada Eucaristía de acuerdo con el calendario juliano, seguido por muchas iglesias de la tradición oriental. Como representantes de las Iglesias del Oriente cristiano queremos contribuir con los eventos del congreso y compartir con ustedes nuestra comprensión y la celebración de este gran misterio de la Iglesia.

Tomad, comed, esto es mi cuerpo.

En el Evangelio de Juan que acabamos de escuchar, Cristo se describe como el pan de vida bajado del cielo. Él se da en este pan para que los apóstoles puedan ser alimentados en la Última Cena. Él da a ellos y por ellos su vida divina que descendió del cielo y que ha sido revelada en el misterio de la Encarnación.

Las palabras de nuestro Salvador aluden al viaje de Israel por el desierto. En aquellos días el pueblo de Dios por la Divina Providencia, fue privado de alimentos que vinieran de la tierra o a través de manos humanas. El Señor aplicó aquí un método pedagógico extraño: él dio a la gente el pan que viene del cielo – el maná. Se les enseña de esta manera que la fuente de la vida humana, su bienestar y la felicidad, no está sólo en el hombre. El hombre no posee la vida por sí mismo, sólo puede recibir de su fuente, que es el Señor mismo: el Dios Vivo de Israel. Es por eso que Moisés explicando este evento dice: "Y te afligió, te hizo tener hambre y te alimentó con el maná, que ni tú ni tus antepasados ​​habían conocido, para hacerte saber que el hombre no vive sólo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios "(Deut 8:3).

Hablando de sí mismo como el pan que descendió del cielo, Jesús reveló que él es el Dios Viviente de Israel, la fuente de transmisión de la vida eterna - la vida de su Padre celestial que está disponible a través del poder del Espíritu Santo. Él es la Palabra que da vida que sale de la boca del Padre, y se convierte en alimento, el medio para dar vida al hombre a través del Espíritu Santo.

Los apóstoles escucharon la invitación de Cristo a comer el Pan del Cielo en la Última Cena, por primera vez cuando dijo: "Tomad, comed, esto es mi cuerpo". La vida eterna en Dios se reveló en la invitación a "Beban ... esta es mi sangre ". Este regalo fue predicho en el desierto por la imagen del maná, anunciado por Cristo como una invitación a comer su cuerpo y beber su sangre, llevada a cabo por él en la Última Cena, y que cumplió con su muerte y resurrección.

4 de julio de 2012

Beato Pier Giorgio Frassati



Hoy es la memoria del Beato Pier Giorgio Frassati (1901 - 1925), modelo de joven católico. Dos años antes de morir, de una poliomielitis fulminante escribía así:

“…Les insisto con toda la fuerza de mi alma a acercarse a la mesa eucarística tan a menudo como les sea posible. Aliméntense de este pan de los Ángeles de donde tomarás la fuerza para luchar contra luchas interiores, las luchas contra pasiones y contra las adversidades, porque Jesucristo ha prometido a aquellos que se alimentan con la Sagrada Eucaristía, la vida eterna y las gracias necesarias para alcanzarla.

Y cuando ustedes se consumen completamente por este fuego eucarístico, entonces ustedes podrán dar las gracias con mayor conciencia al Señor Dios, que les ha llamado a ser parte de su rebaño, y disfrutarán de esa paz que aquellos que están contentos de acuerdo con el mundo nunca han probado.

Porque la felicidad verdadera, jóvenes, no consiste en los placeres del mundo y en las cosas terrenales. La paz de conciencia que podemos tener sólo será si somos puros en el corazón y en la mente.”

(P.G.Frassati, Carta a los “Jóvenes Católicos” de Pollone, Julio 29, 1923)

3 de julio de 2012

Santo Tomás apóstol: "Señor mío y Dios mío" que vives en la eucaristía



Cuando Tomás vió y oyó a Jesús expresó en pocas palabras lo que sentía en su corazón:  "!Señor mío y Dios mío!", exclama conmovido hasta lo más hondo de su ser. Es a la vez un acto de fe, de entrega y de amor. Confiesa abiertamente que Jesús es Dios y le reconoce como su Señor. Jesús le contestó: "Porque me has visto has creído, bienaventurados  los que sin ver creyeron."

Y comenta el papa Juan Pablo II: "Ésta es la fe que nosotros debemos renovar, siguiendo la estela de incontables generaciones cristianas que a lo largo de dos mil años han confesado a Cristo, Señor invisible, llegando incluso al martirio. Debemos hacer nuestras, como las hicieron suyas antes otros muchos, las palabras de Pedro en su primera carta: "Vosotros no lo visteis, pero lo amáis: ahora, creyendo en Él sin verlo, sentís un gozo indecible." Ésta es la auténtica fe: entrega absoluta a cosas que no se ven, pero que son capaces de colmar y ennoblecer toda una vida.

De esto se trata nuestra fe en la Eucaristía.

2 de julio de 2012

Eucaristía y Misión



Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II  para la Jornada Misionera Mundial 2004

Queridos Hermanos y Hermanas:

1. El compromiso misionero de la Iglesia constituye, también en este comienzo del tercer milenio, una urgencia que en varias ocasiones he querido recordar. La misión, como he recordado en la Encíclica Redemptoris Missio, está aún lejos de cumplirse y por eso debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio (cfr. n.1). Todo el Pueblo de Dios, en cada momento de su peregrinar en la historia, está llamado a compartir la "sed" del Redentor (cfr Jn 19, 28). Los santos han advertido siempre con mucha fuerza esta sed de almas que hay que salvar: baste pensar, por ejemplo, a santa Teresa de Lisieux, patrona de las misiones, y a monseñor Comboni, gran apóstol de África, que he tenido la alegría de elevar recientemente al honor de los altares.

Los desafíos sociales y religiosos a los que la humanidad hace frente en estos tiempos nuestros motiva a los creyentes a renovarse en el fervor misionero. ¡Sí! Es necesario promover con valentía la misión "ad gentes", partiendo del anuncio de Cristo, Redentor de cada criatura humana. El Congreso Eucarístico internacional, que será celebrado en Guadalajara, en México, el próximo mes de octubre, mes misionero, será una ocasión extraordinaria para esta unánime toma de conciencia misionera alrededor de la Mesa del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Reunida alrededor del altar, la Iglesia comprende mejor su origen y su mandato misionero. "Eucaristía y Misión", como bien subraya el tema de la Jornada Misionera Mundial de este año, forman un binomio inseparable. A la reflexión sobre los lazos que existen entre el misterio eucarístico y el misterio de la Iglesia, se une este año una elocuente referencia a la Virgen Santa, gracias a la celebración del 150 aniversario de la definición de la Inmaculada Concepción (1854-2004). Contemplamos la Eucaristía con los ojos de María. Contando con la intercesión de la Virgen, la Iglesia ofrece a Cristo, pan de la salvación, a todas las gentes, para que le reconozcan y le acojan como único salvador.

1 de julio de 2012

La adoración y el amor de Dios



 "Adoremos la Eucaristía para hacer entrar nuestra vida en el amor de Dios"


Palabras de Benedicto XVI en la Audiencia General del miércoles 27 junio 2012

"En la oración, en la relación con Dios --explicó el papa--, abrimos la mente, el corazón, la voluntad a la acción del Espíritu Santo para entrar en esa misma dinámica de vida".

"La lógica humana, sin embargo, busca a menudo la realización de sí mismo en el poder, en el dominio, en los medios poderosos. El hombre todavía quiere construir con sus propias fuerzas la torre de Babel para llegar a la altura de Dios mismo, para ser como Dios. La Encarnación y la Cruz nos recuerdan que la plena realización está en el conformar la propia voluntad humana a la del Padre, en el vaciarse del propio egoísmo, para llenarse del amor, de la caridad de Dios y así llegar a ser verdaderamente capaces de amar a los demás. El hombre no se encuentra a sí mismo permaneciendo encerrado en sí, afirmándose en sí mismo. El hombre se encuentra solo saliendo de sí mismo, solo si salimos de nosotros mismos nos encontramos".

El papa exhortó, a fijar en la oración la "mirada en el crucifijo", detenerse "en adoración ante la Eucaristía con frecuencia, para hacer entrar nuestra vida en el amor de Dios, que se humilló a sí mismo con humildad para elevarse hasta Él".