7 de julio de 2012
Preparación para la Santa Misa de cada domingo
El fin primordial de la Misa es dar honor y gloria a Dios. Sin embargo, los efectos de la Misa no se detienen ahí; al ofrecer Jesucristo su infinito homenaje a Dios, también alcanza grandes gracias para nosotros.
Si bien la aplicación del fruto general de la Misa depende exclusivamente de la voluntad de Dios, el grado en que se reciban las gracias en cada alma determinada dependerá en gran parte de la unión con que esa persona participe en la Misa y de sus propias disposiciones interiores.
Recomendamos vivamente el libro del Padre Alfredo Saenz "El santo sacrificio de la Misa"
Además de nuestra identificación con Cristo en su función de Víctima, que hemos de hacer sin reservas, hay otro aspecto de nuestra participación en la Santa Misa que es de capital importancia. Es continuar en el tiempo nuestra identificación con Jesús que hemos hecho en la Misa por los lazos de la caridad.
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