7 de marzo de 2014

Para el tiempo de cuaresma


El Papa Francisco, en su alocución al clero de Roma en la Sala Pablo VI del Vaticano, el jueves 6 de marzo, se refirió al sacramento de la confesión y citó una antigua oración del Misal, que continúa en el actual Misal Romano, en la “Misa para diversas circunstancias” (III, número 38.b) "por el perdón de los pecados"
Con bellísimas palabras, la Liturgia romana refiere a las lágrimas del arrepentido, asemejándolas al agua viva que brotó de la roca.
En el desierto cuaresmal es bueno recordar espiritualmente ese manantial de agua viva redentora.


AD PETENDAM COMPUNCTIONEM CORDIS
Oratio
Omnípotens et mitíssime Deus, qui sitiénti pópulo fontem vivéntis aquae de petra produxísti: educ de cordis nostri durítia lácrimas compunctiónis; ut peccáta nostra plángere valeámus, remissionémque eórum, te miseránte, mereámur accípere. Per Dóminum nostrum.
Secreta
Hanc oblatiónem, quaesumus, Dómine Deus, quam tuae maiestáti pro peccátis nostris offérimus, propítius réspice: et produc de óculis nostris lacrimárum flúmina, quibus débita flammárum incéndia valeámus exstínguere. Per Dóminum.
Postcommunio
Grátiam Spíritus Sancti, Dómine Deus, córdibus nostris cleménter infúnde: quae nos gemítibus lacrimárum effíciat máculas nostrórum dilúere peccatórum; atque optátae nobis, te largiénte, indulgéntiae praestet efféctum. Per Dóminum nostrum.
POR EL PERDÓN DE LOS PECADOS (III, 38,b)
Oración colecta
Dios de poder y clemencia,
que para apagar la sed de tu pueblo
transformaste la piedra en fuente de agua viva, cambia nuestra dureza en lágrimas y danos un corazón compungido para que, llorando nuestros pecados, merezcamos, por tu gran misericordia, el perdón y la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Dios de gloria y majestad, mira con bondad estos dones que te ofrecemos por nuestros pecados y haz que este sacrificio se convierta en un manantial de gracia, para que, llorando nuestras faltas, obtengamos el don del Espíritu Santo Por Cristo nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Señor Dios nuestro, el sacramento que acabamos de recibir nos haga llorar nuestros pecados hasta borrar toda iniquidad y nos obtenga, de tu generosidad, la esperada indulgencia.
Por Cristo nuestro Señor.

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