Oh Dios, verdadero pastor de todos los fieles,
presente en el santísimo sacramento del altar,
mira con misericordia a tu siervo el papa Benedicto XVI,
a quien estableciste como cabeza y pastor de tu Iglesia.
Te agradecemos por tu gracia que obra en él,
pues nos ha conducido por la palabra y el ejemplo:
en su enseñanza, en su oración y en su gran amor.
Concédele tu fortaleza en la debilidad,
consuelo en la tristeza,
y serenidad en medio de las tribulaciones de este mundo;
y guía a tu Iglesia, edificada sobre la roca de Pedro,
con el poder de tu Espíritu
mientras continuamos en el camino que conduce a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
DOMINUS ILLUMINET EUM!!
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