31 de enero de 2011

31 de enero - San Juan Bosco



Sacerdote de Turín, Juan Bosco (1815-1888) dedicó toda su vida a la educación en la fe de la juventud de ese lugar, pero su mirada se extendía mucho más allá del Piamonte. Para cumplir su misión de evangelización y promoción humana, fundó la Congregación de los Salesianos y la de María Auxiliadora, que se pusieron al servicio de los jóvenes no sólo en Europa sino hasta en la lejana Tierra del Fuego (Argentina).
Los biógrafos de Don Bosco cuentan que en 1848, durante una Misa celebrada en honor a la fiesta de la Anunciación, el Santo se dio cuenta en el momento de la Comunión que en el copón había sólo ocho Hostias mientras que los chicos eran 360. Todos notaron este hecho y comenzaron a preguntarse qué cosa haría Don Bosco. José Buzzetti, quien se convirtió en uno de los primeros sacerdotes salesianos, servía en la Misa ese día, y llegó a sentirse mal por la emoción cuando vio que Don Bosco multiplicaba las Hostias y daba la Comunión a los 360 jóvenes.
Don Bosco narró que en sueños vio que se libraba una terrible batalla naval, desencadenada por una multitud de embarcaciones pequeñas y grandes que iban contra una sola nave majestuosa, símbolo de la Iglesia. La nave tantas veces golpeada, permanecía siempre victoriosa, guiada por el Papa para luego anclarse segura entre dos columnas surgidas del mal. La primera tenía en alto una gran Hostia en la que estaba escrito: “Salus credentium” (Salud de los creyentes). En la otra, más baja, estaba la estatua de la Inmaculada y estaba escrito: “Auxilium Christianorum” (Auxilio de los cristianos)

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