30 de marzo de 2014

Sacrosanctum Concilium: gratitud y memoria



MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO


Al venerado hermano Cardenal Antonio Cañizares Llovera Prefecto de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos

Han pasado cincuenta años de la promulgación de la constitución Sacrosanctum Concilium, primer documento promulgado por el concilio Vaticano II. Este importante aniversario suscita sentimientos de agradecimiento por la renovación profunda y generalizada de la vida litúrgica, que el magisterio conciliar hizo posible para la gloria de Dios y la edificación de la Iglesia, y al mismo tiempo impulsa a relanzar el compromiso para recibir y aplicar de manera cada vez más plena dicha enseñanza.

La constitución Sacrosanctum Concilium y el ulterior desarrollo del Magisterio nos han permitido comprender más la liturgia a la luz de la revelación divina como «el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo», en el que «el Cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro» (Sacrosanctum Concilium, 7). Cristo se revela como el verdadero protagonista de toda celebración, y «asocia siempre consigo a su amadísima Esposa la Iglesia, que invoca a su Señor y por Él tributa culto al Padre eterno» (ib.). Esta acción, que tiene lugar por el poder del Espíritu Santo, posee una profunda fuerza creadora capaz de atraer a sí a todo hombre y, en cierto modo, a toda la creación.

29 de marzo de 2014

Cuaresma: predicación del Padre Cantalamessa



1. La reflexión sobre los sacramentos
Junto al tema de la Iglesia, otro tema en el que se nota un progreso en el paso de los Padres griegos a los latinos es el de los sacramentos. En los primeros había faltado una reflexión sobre los sacramentos en sí, es decir, sobre la idea de sacramento, aun habiendo tratado de manera excelente cada uno de los misterios: bautismo, unción, Eucaristía .
El iniciador de la teología sacramentaria —es decir, de lo que, a partir del siglo XII, será el De sacramentis— es nuevamente Agustín. San Ambrosio, con sus dos series de discursos «Sobre los sacramentos» y «Sobre los misterios», anticipa el nombre del tratado, pero no su contenido. También él, en efecto, se ocupa de cada uno de los sacramentos y no, todavía, de los principios comunes a todos los sacramentos: ministro, materia, forma, modo de producir la gracia…
¿Por qué, entonces, elegir a Ambrosio como maestro de fe de un tema sacramentario como es el de la Eucaristía sobre el cual queremos meditar hoy? El motivo es que Ambrosio, más que ningún otro, contribuyó a la afirmación de la fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía y puso las bases de la futura doctrina de la transustanciación. En el De sacramentis escribe:

«Este pan es pan antes de las palabras sacramentales; cuando interviene la consagración, de pan pasa a ser carne de Cristo [...] ¿Con qué palabras se realiza la consagración y de quién son estas palabras? [...] Cuando se realiza el venerable sacramento, el sacerdote ya no usa sus palabras, sino que utiliza las palabras de Cristo. Es la palabra de Cristo la que realiza este sacramento» .
En el otro escrito, Sobre los misterios, el realismo eucarístico es todavía más explícito. Dice:
«La palabra de Cristo que pudo crear de la nada lo que no existía, ¿no puede transformar en algo diferente lo que existe? No es menos dar a las cosas una naturaleza del todo nueva que cambiar lo que tienen [...]. Este cuerpo que producimos (conficimus) sobre el altar es el cuerpo nacido de la Virgen. [...] Es, ciertamente, la verdadera carne de Cristo que fue crucificada, que fue sepultada; es, pues, verdaderamente el sacramento de su carne [...]. El mismo Señor Jesús proclama: “Esto es mi cuerpo”. Antes de la bendición de las palabras celestes se usa el nombre de otro objeto, después de la consagración se entiende cuerpo» .

28 de marzo de 2014

¿Damos gracias a Dios tras recibir la comunión?



La prisa, el stress, el utilitarismo, el llamado “aprovechamiento del tiempo”……….. han entrado en nuestra vida cristiana con la misma fuerza con que abaten los distintos ámbitos de la vida humana, social, cultural…etc. Y un signo de esta “decadencia de lo esencial” es nuestra actitud más corriente a la hora de recibir la Eucaristía en la Santa Misa. Fijémonos bien en NOSOTROS mismos y también, con prudencia, observemos a muchos otros, pues estas cosas suelen suceder tras comulgar:

- Tras recibir la comunión, volvemos al asiento y tras unos breves momentos nuestro pensamiento discurre por todo tipo de caminos alejados de la Presencia Real de Cristo en nuestra persona. Distracciones, miradas al móvil, charlas en voz baja con la persona de al lado, revisión de la cartera o bolso………..todo menos rezar.

- Si aún así rezamos, muchas veces prima la oración de PETICIÓN por encima de la acción de gracias. Son momentos prioritarios para dar gracias a Dios por todos los dones recibidos: por la misma Eucaristía, por el Perdón en la Confesión, por la Vida, por la Redención, por el Bautismo, por la Divina Providencia…..

- No somos conscientes de que cada persona, tras comulgar, es como un “sagrario viviente”: durante unos minutos (sobre diez) y mientras la Sagrada Forma no se haya descompuesto en nuestro metabolismo, CRISTO está presente en nuestro interior. Y sin embargo nos aprieta la PRISA para que el sacerdote despida a la comunidad cuanto antes.

27 de marzo de 2014

Curso sobre adoración eucarística



TEMA: ADORACIÓN EUCARÍSTICA PARA LA VIDA DEL MUNDO

DESCRIPCIÓN: Encuentro de formación y evangelización

OBJETIVO: Buscar profundizar en el Misterio Eucarístico, iluminados por el magisterio de la Iglesia.

Para participar en estos encuentros online, basta con hacer click en el enlace personalizado que recibirá por correo electrónico una vez se haya registrado.

Bastara con presionar ese enlace unos 10 minutos antes del inicio de cada sesión los últimos miércoles de mes.

Fechas de cada uno de los últimos miércoles de cada mes durante 2014:

26 de marzo de 2014

El cardenal Müller recuerda las enseñanzas del Magisterio sobre la comunión a los divorciados

S.E.R. Gerhard L. Müller, cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha concedido una entrevista a los responsables de la edición en alemán de Radio Vaticano, en la que aclara cuál es su papel en relación al debate sobre la posible admisión a la comunión de los divorciados vueltos a casar. El purpurado ha asegurado que no se dedica a dar opiniones personales sino a manifestar cuál es el magisterio de la Iglesia sobre dicha cuestión. Y advierte que «no podemos callar y acomodarnos y coquetear con la opinión pública».

25 de marzo de 2014

La solemnidad de la Anunciación y el don de la vida



En la solemnidad de la Anunciación, donde rezamos especialmente para que se cuide el don de la vida, recordamos las palabras del beato Juan Pablo II, palabras que debemos vincular con el don de su misma Vida divina que nos dona en la Eucaristía. En este sacramento contemplamos el misterio del Verbo hecho carne que entrega su Vida y manifiesta la dignidad de nuestra vida humana.

24 de marzo de 2014

Cuaresma: tiempo para confesarse y adorar el santísimo


Una de las tareas de la Nueva Evangelización es ayudar a recuperar la importancia del sacramento de la Penitencia. Por esto queremos que se valore al máximo la Cuaresma como un tiempo particularmente propicio para vivir la evangelización a la luz de este sacramento. De aquí nace la propuesta “24 horas para el Señor“.

Se busca que a partir de las 5:00 p.m. del próximo viernes 28 de marzo, y por veinticuatro horas, al menos una iglesia en cada diócesis pueda permanecer abierta, en modo de permitir a quienes lo deseen la confesión sacramental y un momento de adoración eucarística. Siendo que esta iniciativa debe ser preparada pastoralmente dentro de poco estará disponible en un sitio web de este Pontificio Consejo (www.novaevangelizatio.va), actualmente en construcción, un subsidio pastoral que podrá ser útil a las distintas parroquias y comunidades en la animación de esta jornada.

23 de marzo de 2014

La sed de Jesús y la eucaristía


El Papa Benedicto XVI comienza su primera encíclica de esta manera:“« Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Juan 4:16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios, también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: « Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él ». Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes palabras: « Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna » (cf. Juan 3:16).

Más voces sobre la praxis de la comunión y el próximo sínodo de la Familia

Declaraciones del cardenal Burke:
A lo largo de las últimas semanas, hemos oído mucho sobre la posibilidad de que la Iglesia cambie la forma en la que trata con los católicos divorciados y vueltos a casar y su admisión a los sacramentos. Hemos oído hablar mucho. El Cardenal Walter Kasper, en su discurso de apertura de la reunión preparatoria del Sínodo de la Familia, dijo con claridad: «Quizá convenga una práctica canónica penitencial, un camino entre el rigorismo y la indulgencia», hablando de esos católicos divorciados y vueltos a casar. ¿Es esto posible?

En mi opinión como canonista, creo que no es posible. Creo que está dando lugar a una gran desilusión potencial, al dar a la gente la idea de que, de algún modo, no podemos defender la verdad sobre el matrimonio. Aquí no estamos hablando de una verdad que se haya ido desarrollando con el tiempo, estamos hablando de la propias palabras del mismo Cristo en el Evangelio, en el que enseñó, y eso nadie lo discute, enseñó la indisolubilidad del matrimonio.

20 de marzo de 2014

Una "primavera eucarística"

Quiero afirmar con alegría que la Iglesia vive hoy una «primavera eucarística»:¡Cuántas personas se detienen en silencio ante el Sagrario para entablar una conversación de amor con Jesús! Es consolador saber que no pocos grupos de jóvenes han redescubierto la belleza de orar en adoración delante del Santísimo Sacramento. Pienso, por ejemplo, en nuestra adoración eucarística en Hyde Park, en Londres (vigilia de oración en la beatificación del Cardenal Newman, 18-9-2010).

19 de marzo de 2014

Oración a San José para la comunión

Oh José Bendito, a quién se le concedió no sólo ver y escuchar a Dios a quien muchos reyes anhelaron ver y no vieron, anhelaron escuchar y escucharon; y además llevarle en tus brazos, abrazarlo, vestirlo, guardarlo y defenderlo.


V.: Ruega por nosotros, Oh José Bendito.

R.: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.


Oh Dios, Tú que nos has dado un sacerdocio real, te pedimos que así como el Bendito José fue encontrado digno tocar con sus manos y llevar en sus brazos a Tu Hijo, nacido de la Virgen María, seamos también dignos, por la limpieza de nuestro corazón y la inocencia de nuestra vida, con devoción reverente compartir en este día el Cuerpo y Sangre de tu Hijo, y ser contados en este mundo entre quienes consideran dignos de recibir la recompensa eterna.

Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.

18 de marzo de 2014

Oración del Cura brochero a María, sobre la Eucaristía



¡Oh María, Madre nuestra! Alcánzanos la gracia de reconocer los tesoros y riquezas que tu Hijo nos dejó en este Sacramento de amor.

Alcánzanos las fuerzas necesarias para llegar a él con mucha frecuencia a enriquecernos con sus virtudes.

Seános, Madre nuestra, muy doloroso apartarnos de este sacramento, como es doloroso al niño separarse de los pechos de la madre que lo alimenta con su propia sangre.

Porque desde hoy queremos amar a tu Hijo para devolverle amor por amor.

17 de marzo de 2014

Sobre la comunión a los divorciados

En una entrevista en "infocatólica", el cardenal y arzobispo de Bolonia, S.E.R Carlo Caffarra, aborda en una entrevista para Il Foglio los temas del orden del día del Sínodo extraordinario que tendrá lugar en octubre, y del Sínodo ordinario del 2015: matrimonio, familia, doctrina de la Humanae Vitae, penitencia. El prelado italiano critica las palabras del cardenal Kasper sobre el acceso a la comunión de los divorciados vueltos a casar y advierte que Juan Pablo II indicó que la potestad papal no puede dar ningún tipo de legitimidad a una segunda unión mientras permanezca el vínculo matrimonial, que es indisoluble. El cardenal recuerda que tal hecho ni siquiera admite la discusión entre los teólogos y la duda entre los fieles.

16 de marzo de 2014

La eucaristía actualiza el misterio de la transfiguración



El evangelio del segundo domingo de cuaresma nos presenta la transfiguración del Señor en el monte Tabor ante Pedro, Santiago y Juan. La experiencia de aquellos apóstoles se actualiza para nosotros frente al Señor sacramentado. Ciertamente también a nosotros hoy se nos muestra tal cual es. El Hijo del Padre se revela completo en el sacramento de su amor, y la acción de su gracia santificante –como entonces- nos hace turbarnos como aquellos apóstoles y caer también rendidos ante la belleza.

Así como entonces también hoy se da ese encuentro misterioso de Dios con sus ángeles, santos y profetas en donde el dialogo intimo y amoroso se refleja en derrame de virtudes para nosotros que jugamos en este encuentro el papel de los apóstoles. ¿Cómo no querer quedarse en este sosiego que nos da el espíritu? ¿En esta paz que nos da el Señor con su presencia real en el punto máximo de la expresión de su amor?

15 de marzo de 2014

Via crucis eucarístico


1º Estación: Jesús es condenado a muerte

V. Te adoramos, ¡oh Cristo!, y te bendecimos.
R. Que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Jesús es condenado por los suyos, por aquellos mismos a quienes ha colmado de favores. Condénasele cual si fuera un sedicioso, a Él, que es la bondad misma; como blasfemo, siendo así que es la misma santidad; como ambicioso, cuando se hizo el último de todos fuera el último de los esclavos, es condenado a la muerte de cruz.

Como vino a este mundo para sufrir y morir y para enseñarnos a hacer ambas cosas,
Jesús acepta con amor la inicua sentencia de muerte.

También en la Eucaristía es Jesús condenado a muerte. Condenado en sus gracias, que no se quieren; en su amor, que se desconoce; en su estado sacramental, en que es negado por el incrédulo y profanado por horribles sacrilegios. Por una comunión indigna vende a Jesucristo un mal cristiano al demonio, entrégalo a las pasiones, lo pone a los pies de Satanás, rey de su corazón; le crucifica en su cuerpo de pecado.

Los malos cristianos maltratan a Jesús más que los mismos judíos, por cuanto en Jerusalén fue condenado una sola vez, en tanto que en el Santísimo Sacramento es condenado todos los días y en infinidad de lugares y por un número espantoso de inicuos jueces.

Y a pesar de todo, Jesús se deja insultar, despreciar, condenar; y sigue viviendo en el Sacramento, para demostrarnos que su amor hacia nosotros es sin condiciones ni reservas y excede a nuestra ingratitud.

¡Perdón, oh Jesús, y mil veces perdón, por todos los sacrilegios! Si me acontece cometer uno sólo, he de pasar toda la vida reparándolo. Quiero amaros y honraros por todos los que os desprecian. Dadme la gracia de morir con Vos.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria

14 de marzo de 2014

Hora santa: Rosario eucarístico para cuaresma


Primer Misterio Doloroso:

La Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos

Retirado, como si fuera en el Huerto de los Olivos; así, en profundo silencio y amorosa intimidad, te adoro Jesús, que por mí quisiste morir y con muerte de cruz. Es tanto tu Amor por los hombres, que brotan gotas de tu preciosísima sangre. El cáliz que debes beber es amargo, pero es el plan de amor del Padre y das tu "Hágase tu voluntad y no la mía".

No estas solo ahora, pues mi pobre corazón quiere latir al unísono contigo y acompañarte en esta hora de angustia y temor. Quiero secar tu sudor y beber contigo el cáliz que el Padre te ha preparado. También yo te ofrezco mis noches y agonías, para unirlas a ti y darles un sentido de redención.

Muchas veces también, como a Pedro, Santiago y Juan, el sueño me venció. Y mis sentidos estuvieron embotados por mi pecado, por mi indiferencia e incomprensión.

Adoro tu vibrante corazón que late desangrado en el Sagrario. ¡Que cada latido del mío alivie tu dolor y colme tu Amor! ¡Cuánta soledad experimenta este Corazón en el Sagrario! El flujo y reflujo del mar trinitario desborda el tabernáculo, mientras los hombres permanecemos insensibles, con el corazón petrificado por la dura caparazón del egoísmo que nos impide recibir los dardos de Amor que envías desde el tabernáculo. Rompe las barreras que no nos dejan volar a la cumbres del Amor. Solo tu puedes transformar el vacío de nuestras tinajas en buen vino.

Madre de Cana, que sigues repitiéndonos "Haced lo que el os diga"

Tres veces buscas a tus amigos y siempre los encuentras dormidos. Por eso, Señor, tres veces quiero repetir.

¡Te adoro en el Santísimo Sacramento!

¡Te amo hasta morir de Amor!

¡Me entrego a ti por entero, para toda la eternidad!

12 de marzo de 2014

¿Pueden comulgar los divorciados vueltos a casar?

A esta pregunta ya contestó el cardenal Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (La forza della grazia, “L’Osservatore Romano”, 23 de octubre de 2013) citando la Familiaris consortio, que en el n. 84 facilita unas indicaciones muy precisas de carácter pastoral coherentes con la enseñanza dogmática de la Iglesia sobre el matrimonio: “En unión con el Sínodo exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados, procurando con solícita caridad que no se consideren separados de la Iglesia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados, participar en su vida. Se les exhorte a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios. La Iglesia rece por ellos, los anime, se presente como madre misericordiosa y así los sostenga en la fe y en la esperanza. La Iglesia, no obstante, fundándose en la Sagrada Escritura, reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez. Son ellos los que no pueden ser admitidos, dado que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía”.

11 de marzo de 2014

Hora santa para jóvenes: preparando la semana santa

Todo el Antiguo Testamento era una preparación de la cena del Señor. Un hombre dio una gran cena: “¿Quién es ese hombre-exclama San Agustín- sino el mediador entre Dios y los Hombres, el hombre Cristo Jesús? A la hora de cenar, mandó a decir a los invitados: venid esta preparado (Lc. 14.16ss)

¿Quiénes son los invitados sino los llamados por los profetas?

Ellos fueron enviados con repetidas frecuencias para que el pueblo elegido por Dios fueran sus invitados. Ahora el mismo Dios a través de su Hijo, Jesús, no llama a participar de su banquete, somos sus invitados, lleguemos pues a la cena a la hora oportuna.

La Pascua de Ayer: Preparación de la Cena

La comida Pascual la pensó nuestro Padre Dios, desde toda la eternidad.
Buscar en la Biblia del libro del Éxodo 12. 21-28

10 de marzo de 2014

Testimonio sobre la última cena (III)

Jesús hizo una instrucción particular. Les dijo que debían conservar el Santísimo Sacramento en memoria suya hasta el fin del mundo; les enseñó las formas esenciales para hacer uso de él y comunicarlo, y de qué modo debían, por grados, enseñar y publicar este misterio. Les enseñó cuándo debían comer el resto de las especies consagradas, cuándo debían dar de ellas a la Virgen Santísima, cómo debían consagrar ellos mismos cuando les hubiese enviado el Consolador. Les habló después del sacerdocio, de la unción, de la preparación del crisma, de los santos óleos. Había tres cajas: dos contenían una mezcla de aceite y de bálsamo. Enseñó cómo se debía hacer esa mezcla, a qué partes del cuerpo se debía aplicar, y en qué ocasiones. Me acuerdo que citó un caso en que la Sagrada Eucaristía no era aplicable: puede ser que fuera la Extremaunción; mis recuerdos no están fijos sobre ese punto.

9 de marzo de 2014

Testimonio sobre la última cena (II)



Por orden del Señor, el mayordomo puso de nuevo la mesa, que había lazado un poco: habiéndola puesto en medio de la sala, colocó sobre ella un jarro lleno de agua y otro lleno de vino. Pedro y Juan fueron a buscar al cáliz que habían traído de la casa de Serafia. Lo trajeron entre los dos como un Tabernáculo, y lo pusieron sobre la mesa delante de Jesús. Había sobre ella una fuente ovalada con tres panes asimos blancos y delgados; los panes fueron puestos en un paño con el medio pan que Jesús había guardado de la Cena pascual: había también un vaso de agua y de vino, y tres cajas: la una de aceite espeso, la otra de aceite líquido y la tercera vacía. Desde tiempo antiguo había la costumbre de repartir el pan y de beber en el mismo cáliz al fin de la comida; era un signo de fraternidad y de amor que se usaba para dar la bienvenida o para despedirse. Jesús elevó hoy este uso a la dignidad del más santo Sacramento: hasta entonces había sido un rito simbólico y figurativo. El Señor estaba entre Pedro y Juan; las puertas estaban cerradas; todo se hacía con misterio y solemnidad. Cuando el cáliz fue sacado de su bolsa, Jesús oró, y habló muy solemnemente. Yo le vi explicando la Cena y toda la ceremonia: me pareció un sacerdote enseñando a los otros a decir misa.

8 de marzo de 2014

Testimonio sobre la última cena



Jesús y los suyos comieron el cordero pascual en el Cenáculo, divididos en tres grupos: el Salvador con los doce Apóstoles en la sala del Cenáculo; Natanael con otros doce discípulos en una de las salas laterales; otros doce tenían a su cabeza a Eliazim, hijo de Cleofás y de María, hija de Helí: había sido discípulo de San Juan Bautista. Se mataron para ellos tres corderos en el templo. Había allí un cuarto cordero, que fue sacrificado en el Cenáculo: éste es el que comió Jesús con los Apóstoles. Judas ignoraba esta circunstancia; continuamente ocupado en su trama, no había vuelto cuando el sacrificio del cordero; vino pocos instantes antes de la comida. El sacrificio del cordero destinado a Jesús y a los Apóstoles fue muy tierno; se hizo en el vestíbulo del Cenáculo. Los Apóstoles y los discípulos estaban allí cantando el salmo CXVIII. Jesús habló de una nueva época que comenzaba. Dijo que los sacrificios de Moisés y la figura del Cordero pascual iban a cumplirse; pero que, por esta razón, el cordero debía ser sacrificado como antiguamente en Egipto, y que iban a salir verdaderamente de la casa de servidumbre. Los vasos y los instrumentos necesarios fueron preparados.

7 de marzo de 2014

Para el tiempo de cuaresma


El Papa Francisco, en su alocución al clero de Roma en la Sala Pablo VI del Vaticano, el jueves 6 de marzo, se refirió al sacramento de la confesión y citó una antigua oración del Misal, que continúa en el actual Misal Romano, en la “Misa para diversas circunstancias” (III, número 38.b) "por el perdón de los pecados"
Con bellísimas palabras, la Liturgia romana refiere a las lágrimas del arrepentido, asemejándolas al agua viva que brotó de la roca.
En el desierto cuaresmal es bueno recordar espiritualmente ese manantial de agua viva redentora.

6 de marzo de 2014

Al participar de la Misa entramos en el misterio de Dios

En su homilía matutina en la Domus Santa Marta del pasado 10 de febrero el Papa Francisco comentó con hermosísimas palabras la teofanía ocurrida el día de la dedicación del templo de Jerusalén, una vez terminada su construcción por el rey Salomón.


Se lee en el texto sagrado que “cuando salieron los sacerdotes del santuario, la nube llenó la casa de Yavé, sin que pudieran permanecer allí los sacerdotes para el servicio por causa de la nube, pues la gloria de Yavé llenaba la casa” (I Reyes 8, 10-11).

"La celebración litúrgica –señaló el Papa- no es un acto social, un buen acto social; no es una reunión de los creyentes para rezar juntos. Es otra cosa. En la Liturgia, Dios está presente… Cuando asistimos a misa, “no hacemos una representación de la Última Cena: no, no es una representación. Es otra cosa: es justamente la Última Cena. Es justamente vivir de nuevo la Pasión y la muerte redentora del Señor. Es una teofanía: el Señor se hace presente sobre el altar para ser ofrecido al Padre para la salvación del mundo”.

5 de marzo de 2014

El sentido de lo sagrado: entrar en el misterio de Dios

Los cristianos nos reunimos en la Santa Misa para entrar en el misterio: ésta es la Liturgia. Es el tiempo de Dios, es el espacio de Dios, es la nube de Dios que nos envuelve a todos.
El Papa Francisco recordó que, cuando era niño, durante la preparación para la Primera Comunión, había un canto que indicaba que el altar está custodiado por los ángeles (Oh santo Altar, por ángeles guardado) para dar “el sentido de la gloria de Dios, del espacio de Dios, del tiempo de Dios”.