8 de octubre de 2012

Propuesta para el año de la Fe



Podemos decir los que podrían ser signos de una renovación profunda de la fe:
   1. Que en todas partes se celebrara correctamente la liturgia; que los sacerdotes fomenten por todos los medios el sacramento de la penitencia, y estuvieran dispuestos a dedicar horas a este exigente y apasionante ministerio; que anunciaran orgánicamente el entero misterio de Cristo en la predicación y en la catequesis, sobre todo el misterio eucarístico
 2. Una participación cada vez más consciente y activa de los fieles en la liturgia, especialmente en la Eucaristía; esto requiere una paciente labor de explicar el hondo y riquísimo significado de todo lo que se hace y se dice en la liturgia.


   3. Una comunidad cristiana que dé testimonio público de su fe, en todas las materias que afectan a la convivencia social, y que siga dando testimonio (ya lo hace, y mucho) de la caridad de Cristo con los más necesitados y marginados, descubriendo que en los que sufren servimos al mismo Cristo que adoramos en el Santísimo Sacramento del altar.

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