11 de octubre de 2012

Apertura del año de la Fe



De la audiencia en este día de Benedicto XVI:

Mirando en esta luz la riqueza contenida en los documentos del Vaticano II, quisiera nombrar sólo las cuatro Constituciones, casi cuatro puntos cardinales de la brújula capaz de orientarnos. La Constitución sobre la Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium nos indica cómo en la Iglesia en primer lugar está la adoración, está Dios, está la centralidad del misterio de la presencia de Cristo.

Y la Iglesia, cuerpo de Cristo y pueblo que peregrina en el tiempo, tiene la tarea fundamental de glorificar a Dios, como expresa la Constitución dogmática Lumen gentium. El tercer documento que quisiera citar es la Constitución sobre la divina Revelación Dei Verbum: la Palabra viva de Dios convoca a la Iglesia y la vivifica a lo largo de todo su camino en la historia. Y el modo en que la Iglesia lleva al mundo entero la luz que ha recibido de Dios para que sea glorificado, es el tema de fondo de la Constitución pastoral Gaudium et spes».

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