31 de agosto de 2012

La Jornada mundial de la juventud y la Eucaristía



Es conocido cómo nuestro querido Papa, Benedicto XVI, introdujo la adoración al Santísimo Sacramento en la dinámica de las Jornadas Mundiales de la Juventud. ¡Difícilmente olvidaremos aquella imagen de la explanada de Marienfeld en Colonia, en la que se realizó este gran “signo” ante los ojos del mundo entero! En aquella estampa se veía cumplida la Palabra de Dios, tal y como es expresada en la Carta de San Pablo a los Filipenses: «Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el abismo; y toda lengua proclame que Jesús es Señor, para gloria de Dios Padre» (Flp 2, 10-11). Tres años más tarde, en el hipódromo de Randwick, en Sydney, se volvió a repetir el mismo acto de adoración; y también en Madrid, en el aeródromo de Cuatro Vientos, jóvenes de todo el mundo se postraron, nuevamente, ante Cristo nuestro Señor.

¿Quién dijo que los jóvenes son insensibles al lenguaje litúrgico? ¿Acaso la oración de adoración está reservada exclusivamente a las vocaciones contemplativas? ¿Dónde quedan tantos tópicos, que han llegado a reducir la Pastoral Juvenil a una serie de “dinámicas de grupo” carentes de contenido y de dudoso valor pedagógico?

No son tiempos para ofertas difusas e inconsistentes… Como afirma Benedicto XVI: «Los jóvenes no buscan una Iglesia juvenil, sino joven de espíritu; una Iglesia en la que se transparenta Cristo, el Hombre nuevo». En estos momentos está brotando un estilo de pastoral juvenil “fuerte”, que fue puesto en marcha por el Beato Juan Pablo II, y consolidado por su sucesor en la Cátedra de Pedro. ¿Es verdad eso de que hay que ser joven para llegar al corazón de los jóvenes? Por una parte, parece una afirmación cierta, pero se ve contradicha por tantos ejemplos concretos de los Santos Pastores ancianos… Probablemente haya que reconocer que determinados ancianos, al estilo de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, no han sido nunca viejos, sino que simplemente han tenido muchas “juventudes acumuladas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario