3 de septiembre de 2011

Aclamaciones eucarísticas en honor al Espíritu Santo


Todos: Bendito sea el Espíritu Santo consolador


Bendito sea el Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo.



Bendito sea el Espíritu Santo que hizo hablar a los profetas.


Bendito sea el Espíritu Santo, por cuya intervención María fue Madre.

Bendito sea el Espíritu Santo, cuya unción consagró a Jesús Mesías y Profeta.

Bendito sea el Espíritu Santo, que Dios concede a nuestras oraciones.

Bendito sea el Espíritu Santo, que Jesús prometió como «otro Defensor».

Bendito sea el Espíritu Santo, que nos recuerda todo cuanto Jesús dijo.

Bendito sea el Espíritu Santo, que nos conduce a la totalidad de la verdad.

Bendito sea el Espíritu Santo, que hizo de los Apóstoles testigos de Jesús.

Bendito sea el Espíritu Santo, que reúne a todos los pueblos y a todas las lenguas.

Bendito sea el Espíritu Santo, que nos es dado en el bautismo para nuestra vida de hijos de Dios.

Bendito sea el Espíritu Santo, que nos es dado en la confirmación para el testimonio.

Bendito sea el Espíritu Santo, que inspira las respuestas de los mártires.

Bendito sea el Espíritu Santo, por quien el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús.

Bendito sea el Espíritu Santo, por quien formamos un solo cuerpo comiendo un solo pan.

Bendito sea el Espíritu Santo, por quien son perdonados nuestros pecados.

Bendito sea el Espíritu Santo, que por la imposición de las manos se da a los diáconos, a los sacerdotes y a los obispos.

Bendito sea el Espíritu Santo, por todos los dones que distribuye entre el pueblo de Dios.

Bendito sea el Espíritu Santo, alma de la Iglesia.


















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